Una reportera preguntó ayer en Palacio Nacional:
—Presidente, hace unos días la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia informó que en México, de las 830 mil 473 muertes por covid, alrededor de 300 mil pudieron evitarse. Entre las causas que mencionan son la subestimación del virus y la utilización de datos falsos, imprecisos o incorrectos para el cálculo del semáforo de riesgo...
“Vamos a informar pronto —repuso AMLO–, se va a dar respuesta a ese pasquín inmundo que le debería de dar vergüenza a quienes lo suscriben por falso, además, por canallesco. Pero vamos a dar respuesta (…). Imagínense si todo este grupo de seudointelectuales, especialistas, expertos continuara con fama de gente de bien, de mujeres, hombres con ética, con principios, honestos, el daño que seguirían causando…”.
Los 23 aludidos (apartidistas, pero convencidos de que, “en línea con los principios sustantivos de cualquier orden democrático, consideramos que es importante la rendición de cuentas) conforman un equipo multidisciplinario coordinado por uno de los más reconocidos epidemiólogos de México: el doctor Jorge Sepúlveda Amor, pionero del combate al VIH/sida y con sólida carrera en el servicio público; director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California y miembro del Consejo de Supervisores de Harvard.
Al calificar el informe de “pasquín inmundo”, el Presidente deja ver que ignora un dato clave: el estudio se basó en la información de su propio gobierno, y que desprecia la eminencia profesional y ética de los coautores, entre estos los doctores Julia Carabias y Julio Frenk (ella creadora del Centro Latinoamericano de Capacitación para la Conservación de la Biodiversidad, él ex secretario federal de Salud, creador del Seguro Popular y actualmente rector de la Universidad de Miami).
Será interesante lo que se diga esta mañana o la semana próxima en Palacio, donde los martes se toma el pulso de la salud, para ver si de verdad se responde cada una de las aseveraciones lapidarias del informe, entre otras que México registró el mayor número de médicos, enfermeras y demás personal sanitario que murió a causa de la pandemia, así como el colosal exceso de muertes.
Otra interrogante por contestar es si “los malos resultados se explican solamente por condiciones estructurales preexistentes o también por las decisiones de política, liderazgo, rigor y seriedad” de quienes condujeron la respuesta a la crisis.
Pero si se necea con el cuentazo de que el manejo de la pandemia estuvo “requetebién” y que el impune Doctor Muerte López-Gatell desempeñó un papel maravilloso y envidiable en el resto del mundo, la promesa de responder será uno más de los compromisos presidenciales que nomás no se cumplen.
Los autores del detallado informe pretenden “evitar futuras catástrofes, con el propósito de entender qué fue lo que pasó y por qué. Es decir, aprender para no repetir”.
En suma, como reza el título, “aprender para no morir…