El Clan de los hijos de AMLO haciendo negocios con el desabasto de medicinas
“Yo soy experto en salud… jajaja” dice cínicamente Amílcar Olán, el íntimo amigo de los hijos del presidente, Andy y Bobby López Beltrán, en una llamada con un empresario beneficiado por el IMSS con millonarios contratos por la venta de medicamentos.
En las grabaciones, Amílcar Olán desnuda el modus operandi: se coluden con altos funcionarios para retrasar las licitaciones de compra de medicinas, generan desabasto, justifican así las adquisiciones desesperadas a un precio mayor y le ganan el doble o el triple a la venta. Por si esto no fuera suficientemente escandaloso, utilizan para hacer este enjuague a empresas de personajes que según el presidente López Obrador son miembros distinguidos de “la mafia del poder”. Así opera El Clan, la red tráfico de influencias que orquestan los hijos del presidente y cuyos millones canalizan a través de su íntimo amigo Amílcar.
La semana pasada, en otra entrega de El Clan, autoría de Ana Lucía Hernández e Isabella González en Latinus, exhibimos con audios y documentos cómo el ahora empresario multimillonario Amílcar Olán, gracias al tráfico de influencias de los hijos del presidente, también está metido en el negocio de la venta de medicamentos. Los cómplices de Olán dentro del gobierno en este esquema son Daniel Asaf, jefe de la Ayudantía presidencial y brazo derecho de López Obrador, y Alejandro Calderón Alipi “Cuchillo”, quien estuvo en el Insabi, hoy es director del IMSS-Bienestar y es uno de los amigos de Andy López Beltrán colocados en puestos clave del gobierno. A Calderón Alipi el presidente AMLO le entregó el control del sistema de salud y un presupuesto de más de 128 mil millones de pesos este año.
En el reportaje se muestra una llamada de Amílcar Olán con un tal “Robert”, a quien no se identifica con apellido. Los audios y los documentos demuestran que El Clan usó la empresa de “Robert” para canalizar dos adjudicaciones directas de las delegaciones del IMSS en Tlaxcala y Sonora por 100 millones de pesos.
Hoy se sabe que el tal “Robert” es Roberto Dagnino, a quien varias fuentes identificaron sin duda alguna al escuchar su voz en las grabaciones. Es el director de la empresa Biosistemas y Seguridad Privada. Es cuñado (hermano de la esposa) y operador del exgobernador panista Guillermo Padrés, cuya administración estuvo marcada por acusaciones de corrupción, al grado que fue encarcelado por delincuencia organizada y lavado de dinero en el sexenio de Peña Nieto. Salió de la cárcel en este sexenio de AMLO tras pagar una multa de 40 millones de pesos. Aparecen como socios de la empresa que dirige “Robert”, Eduardo Guajardo Aguayo y Conrado Xibille Bustamante, sonorenses cercanos al exmandatario.
Hoy la familia de Padrés hace negocios con El Clan de los hijos del presidente de México. Y son grandes beneficiarios del desabasto de medicinas. “Soy experto en salud”, se ríe cínicamente Amílcar. “Claro, papá”, le responde obsequioso el cuñado de Padrés. Así queda sellado el pacto entre la vieja mafia del poder y la nueva mafia del poder.