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REPORTE ÍNDIGO: Cuenta regresiva: a vencer el abstencionismo

En menos de 20 días, México tendrá un nuevo presidente o presidenta. El reto para las autoridades electorales en estos comicios, considerados los más grandes de la historia, es vencer el abstencionismo y que haya saldo blanco en las urnas.

La tarea se vislumbra titánica debido a la polarización que existe en la sociedad mexicana, que elegirá el próximo 2 de junio a más de 20 mil servidores públicos, quienes se desempeñarán como presidentes municipales, diputados locales y federales, así como gobernadores y el próximo presidente del país.

Están llamados a votar más de 100 millones de mexicanos el primer domingo de junio de este 2024, de acuerdo con la última actualización del Padrón Electoral del Instituto Nacional Electoral (INE) y en el que estiman, expertos y autoridades que salgan a emitir su sufragio de entre 54 a 60 millones de personas.

Si bien la cifra de mexicanos que pueden emitir su voto supera al de procesos anteriores ―debido al bono demográfico que todavía vive el país―, especialistas advierten que la violencia y el narco podría inhibir la participación ciudadanía el día de la jornada electoral.

De acuerdo con la información de los resultados oficiales de los Cómputos Distritales de las elecciones federales de 2018, la participación ciudadana fue del 63.4 por ciento, correspondiente a 56 millones 611 mil 027 votos emitidos en territorio nacional y desde el extranjero con 98 mil 470 votos.

Esta cifra marcó un antecedente histórico para la vida democrática de México, hecho que incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador ha retomado en varios momentos de su administración para presumir el respaldo con el que cuenta, pues más de la mitad de los sufragios emitidos fueron para su campaña en ese entonces.

De acuerdo con el “Estudio comparativo sobre la Participación Ciudadana en las Elecciones Federales“, elaborado por la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica del INE, la participación en las últimas tres elecciones federales se acelera.

El estudio señala que en 2006 hubo una participación en las elecciones presidenciales de 58.55 por ciento; mientras que en 2012 se registró una votación de 62.08 por ciento; y en la última, en 2018, ascendió a 63.4 por ciento. Para este 2024, se espera, al menos, igualar la participación aunque el escenario pinta complejo.

El llamado a la ciudadanía

Ernesto Guerra, analista político-electoral aseguró en entrevista con Reporte Índigo que la participación ciudadana es esencial para la consolidación de las democracias modernas. Principalmente, detalló, en un contexto como el que se vive ahora en donde la polarización se ha incrustado en varios sectores de la población.

“En nuestro país, la participación ciudadana en la democracia ha mantenido en una línea constante deseable, cuando se trata de las elecciones para renovar al presidente, basta ver que en 2012, fue de 50 millones 143 mil 616 votos y en 2018, la cifra creció a 56 millones 611 mil 027, es decir fue de un 63.42 por ciento”, enfatizó.

Por ello, Guerra afirmó que es esencial que la ciudadanía se involucre activamente en el próximo proceso electoral, que tendrá lugar el 2 de junio, y ejerza su derecho al voto, pues reiteró que la diferencia radica en que el mayor número de personas salgan a las urnas para elegir a sus representantes populares.

“Falta mucho para hablar de que en nuestro país haya una participación ciudadana consolidada, aunque se han dado pasos grandes para ello. El reto en esta elección del 2 de junio de 2024 será llegar al menos al mínimo del 75 por ciento de la participación ciudadana respecto de la Lista Nominal aprobada del INE”, sostuvo.

Jóvenes, los que menos votan

En las elecciones presidenciales la participación ciudadana históricamente es mayor a los procesos intermedios como el registrado en 2021 en el que se renovaron varias gubernaturas.

De las cifras que se han recopilado, la población de entre 60 a 74 años de edad es la que más se involucra en las jornadas electorales con una participación superior al 72 por ciento.

Aunque en términos generales este sector representa solo al 14 por ciento de la Lista Nominal Electoral (LNE). Mientras que los niveles más bajos de participación, equivalentes a la mayor abstención, se observan entre los jóvenes que tienen una edad desde los 19 a 34 años.

También los adultos mayores a 80 años presentan un desdén a estos comicios de forma histórica.

Violencia y narco, los enemigos consolidados

El fortalecimiento del crimen organizado ―tanto en armamento como en recursos económicos― ha impactado directamente a las campañas políticas de todo el país e incluso ha forzado a los partidos políticos a declinar candidaturas o someterse a la voluntad de estos grupos armados.

Los asesinatos de varios aspirantes a un puesto de elección popular se han incrementado en las últimas semanas, así como las amenazas para boicotear urnas en varios estados del país. Son ya 20 candidatos que han sido asesinados en lo que va de este 2014, de acuerdo con Data Cívica.

De acuerdo con las cifras registradas por dicha organización civil, se han registrado un total de 836 eventos de ataques únicamente en contra de autoridades electas, funcionarios, candidatos e integrantes de partido de 2018 a 2023.


La pelea por la plaza que han desatado diferentes grupos del crimen organizado en varias entidades del país pone en riesgo la celebración de la jornada electoral. Foto: Especial

 

Este año no ha sido la excepción, pues los asesinatos de candidatos han acaparado la atención, especialmente en estados en donde habrá elecciones.

Mientras tanto, la organización social Causa en Común tiene un registro de al menos 41 políticos que han muerto, de los cuales 29 eran candidatos o aspirantes a cargos de elección popular.

Para Edgar Martínez, consultor y abogado electoral, el abstencionismo, la violencia y el crimen organizado son los retos a vencer de las autoridades electorales y el gobierno federal, pues, a diferencia de jornadas electorales anteriores, estos comicios han escalado a un nuevo nivel de violencia y de amenazas.

“El crimen organizado ha tenido un nivel de penetración enorme en todo el territorio nacional. Hay municipios que controla completamente; manda, pone y quita candidatos. Ejemplos hay varios como el de Taxco, en Guerrero, Valle de Bravo en Estado de México y otros en donde ellos deciden quien compite”, sostuvo.

El bloque opositor conformado por el PRI, PAN y PRD reveló a inicios de este mes un mapa de riesgos a nivel nacional en el que advierte que hasta el 20 por ciento de las casillas electorales podrían estar en peligro debido a la presencia del narco, además de que el abstencionismo podría ser mayor a lo esperado por la violencia que persiste.

Cherán, el municipio que expulsó a partidos y al crimen

Chéran, uno de los municipios de Michoacán es un caso aislado del territorio nacional donde sus habitantes desterraron a los partidos políticos y al crimen organizado de sus tierras.

Desde 2011, pobladores de este municipio mantienen un especie de autogobierno que ha sido incluso reconocido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y por el gobierno del estado.

En este lugar no habrá elecciones, a diferencia de lo que sucede en toda la República mexicana, pues basan su gobierno por medio de usos y costumbres y en el que eligen a sus representantes por medio de un consejo comunal.

Legisladores cierran filas y piden seguridad

Legisladores de distintas fracciones parlamentarias afirmaron que el proceso electoral del próximo 2 de junio será pacífico y tranquilo, siempre y cuando, detallaron, el Gobierno federal y el INE otorguen las garantías para transitar en un proceso en paz.

En entrevista con este diario, los senadores Miguel Ángel Mancera, Laura Ballesteros y Julen Rementería, así como el diputado Rubén Moreira, coincidieron en que esperan que la jornada electoral ocurra sin violencia, a pesar de la crispación social que existe.

Ricardo Monreal, del Grupo Parlamentario de Morena, dijo tener confianza en que el proceso electoral en curso se desarrolle en paz; aunque advirtió que no se debe permitir ninguna injerencia del crimen organizado en las elecciones y rechazó cualquier posibilidad de una “tregua”.


Senadores de varios Grupos Parlamentarios hicieron un llamado al Gobierno federal y al INE a garantizar la paz en la jornada electoral. Foto: Especial

Mientras que el diputado priista, Rubén Moreira confía en que no haya abstencionismo, pero sí un gobierno que garantice la paz y propuso que se protejan las casillas y haya sobrevuelos de aeronaves para que vigilen lo que suceda ese día.

Julen Rementería, coordinador de los senadores del PAN, aseguró que hasta el momento no se siente un clima en donde vaya a predominar la violencia, al contrario, hay una intención muy favorable para ir y participar en las urnas.

 

“Nosotros exigimos al Gobierno federal y al INE que se garantice la paz en aquellos sitios en donde se pudiera generar violencia”, subraya el legislador por Veracruz, al llamar al electorado acudir a las urnas a ejercer su derecho al voto con tranquilidad y normalidad.

En tanto, el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Ángel Mancera consideró que la inseguridad que se registra en el país puede ser un factor que influya para que la gente no salga a votar, por lo que reiteró que el Estado mexicano debe dar garantías de tranquilidad antes, durante y después de los comicios.

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