Censura a Lilly Téllez, la mano de Durazo
La censura a Lilly Téllez de parte del INE para sacarla del aire en el programa de radio que conduce Ciro Gómez Leyva, no puede disociarse de los lazos entre el gobernador de Sonora y la familia Taddei.
¿Por qué el INE, presidido por la sonorense Guadalupe Taddei, censuró a la candidata a senadora por Sonora Lilly Téllez?
En cambio, el INE de Taddei le da vía libre al Presidente de la República para que haga propaganda, de manera ilegal, todos los días en su conferencia matutina.
Ha hecho señalamientos, y nada más.
No ha tenido la voluntad para frenar una elección de Estado, que tiene al presidente López Obrador como el ariete contra la equidad, la democracia y la legalidad.
Los costos de las conferencias mañaneras tendrían que cargarse a los gastos de campaña de Morena, por lo menos.
Pero no es así, porque esa magnífica institución está siendo corroída por el partidismo y la mediocridad de su presidenta y varios de los consejeros.
Señala el INE que, al tener un segmento semanal en el programa de Radio Fórmula, Lilly Téllez estaría sacando ventaja sobre sus competidores electorales en Sonora.
Es injusta una competencia con la sobreexposición de la candidata opositora en radio, dice el INE.
Y el consejero que elaboró el acuerdo deslizó la calumniosa insinuación de que Lilly estaría pagando por aparecer en el programa de Gómez Leyva.
López Obrador, presidente de la República, viola la ley y la Constitución al no guardar la imparcialidad a la que está obligado como servidor público, al denostar a los opositores y llamar a votar por su partido, Morena.
Fue el Presidente el primero en decir que si ganaba la oposición iba a quitarle los programas sociales a los pobres.
El Presidente usa, de manera ilegal, información reservada para enterarse y dar a conocer la situación patrimonial de comunicadores que han hecho crítica documentada a su gobierno, en el marco de la libertad de expresión.
Ahí sí hay utilización ilegal de medios y recursos públicos para hacer de ésta una elección inequitativa.
Esa es la tarea del instituto que encabeza Guadalupe Taddei. Frenar la elección de Estado y regresar la contienda a los cauces de la legalidad.
Para el INE el peligro en la equidad de la elección está en los comentarios que hace Lilly Téllez en un programa de Radio Fórmula, una vez a la semana.
Hay que callarla. Amordazarla. Y si no sale del aire habrá sanción para la empresa privada que le da voz, igual que le da voz a destacados propagandistas de Morena.
¿Por qué la saña contra Lilly?
La respuesta está en Sonora.
Tiene nombre y apellido: Alfonso Durazo.
No son meras especulaciones los señalamientos de que Guadalupe Taddei llegó a la presidencia del INE impulsada por el gobernador Durazo.
Lilly Téllez, la talentosa periodista y aguerrida opositora, busca nuevamente la senaduría por Sonora, y su triunfo mancharía el historial de eficacia que Durazo espera presentar ante Sheinbaum.
Y esté o no en los planes de Lilly Téllez, es una candidata natural para quitarle la gubernatura de Sonora a Morena en tres años.
Parte de la familia de la presidenta del INE está en el gobierno federal y en el de Sonora, que encabeza Alfonso Durazo.
Jorge Taddei Bringas, primo de Guadalupe Taddei, es el coordinador estatal de programas sociales en Sonora.
Pablo Taddei Arriola, sobrino de Guadalupe Taddei e hijo de Jorge Taddei, es director de la paraestatal Litio para México (LitioMx).
Celeste Taddei, sobrina de Guadalupe Taddei, es diputada local de Morena en Sonora.
Por eso la mordaza a Lilly Téllez.
Taddei fue llevada a la presidencia del INE por la mano de Durazo.
Y Lilly es una sombra inaguantable para el actual gobernador de Sonora.