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LA COLUMNEJA DE PEPE PEÑA

El grito en Morelos, ¡¡ Fuera Graco ¡!  ... 32 segundos ...

 

Sin que mediara la más mínima medida de seguridad por cualquier contingencia que pudiera surgir, como el fuerte aguacero que amenazaba caer en Cuernavaca y desatar una estampida humana, los miles de asistentes a la ceremonia del grito fueron encajonados como cualquier animal en los corrales, durante un evento que no duró más allá de los 2 minutos 20 segundos. El miedo cerval que siente el gobernante a cualquier agresión se le ha convertido en pánico por el ambiente de odio y encono que ha construido a su alrededor, lo hace ver “moros con tranchete” por todos lados, lo obligaron a blindar la Plaza de Armas días atrás. Nadie quiere a Graco, salvo socios de turbios negocios.

 

 

Fue un mini grito cargado de odio y repulsión hacia la figura gubernamental, familia e incondicionales, cuya duración no fue mayor a los 2 minutos con 20 segundos. La arenga fue vertiginosa. Sin embargo Graco Ramírez dio el grito entre mentadas de madre, chiflidos y abucheos. en solo 32 segundos. Hasta ahora el más corto de la historia. La ceremonia duró, reiteramos, 2 minutos con 20 segundos, incluyendo el minuto y fracción que duró la interpretación del glorioso Himno Nacional que de momento apagó las carretadas de insultos.

 

 

Entre miles de gargantas que le gritaban ¡fuera!, hipócrita!, cínico!, ¡rateros!, ¡ya vete ladrón!, y otros insultos en los que menudearon las mentadas de madre proferidos por  “la prole”, “la chusma”; el pueblo de Morelos que lo rechaza, agitó el lábaro patrio durante esos 32 segundos que se le hicieron eternos. Hubiera querido descalificar a ciertos próceres insurgentes, pero el protocolo se lo impidió.  Acto seguido, acompañado de su familia y sus aplaudidores abandonó el balcón y jamás volvió a aparecer. Ese es el grado de aceptación que dice tener, una “simpatía popular” que en las últimas semanas ha repuntado  del 13% al 35%, según declaró a la prensa nacional.

 

 

Graco se refugió en los amplios salones del Palacio de Gobierno donde OFRECIÓ UNA CENA EN LA QUE SE GASTARON  5 MILLONES 250 MIL  PESOS en viandas y vinos encargadas a la Hostería “Las Quintas”. Una cena elitista y discriminatoria como todas sus acciones. Una cena Vip para un grito Vip. Así, la ceremonia se convirtió en dispendio y francachela de la “familia real” y  sus más cercanos aplaudidores.

 

 

Días antes se preparó el blindaje en Plaza de Armas, fueron cerradas todas las calles adyacentes con cerco perimetral de vallas metálicas. Cientos de uniformados, con atemorizantes armas de grueso calibre impidieron el libre tránsito. Alrededor de la las 9 de la noche, acompañado por un séquito de  arrastrados aduladores, por fin y después de más de tres meses inauguró la plaza de armas en que llamó “rescate del centro histórico”, cuyo gasto de 106 millones de pesos que jamás se justifica. Puso nuevo piso, recorrió el asta bandera, movió la estatua de Zapata, colocó unas cuantas bancas y algunos faroles tipo colonial. 106 millones de pesos.

 

Por allá del medio día, todos los jefes en las oficinas gubernamentales y del municipales de Cuernavaca, se giró la orden de que todos los empleados sin excepción deberían de asistir al grito, acompañados cuando menos de dos personas, so pena de sanciones administrativas. Por la tarde, personas armadas y vestidas de civil deambulaban por los dos jardines en busca de alborotadores. Un espectáculo terrorífico por el grueso armamento que portaban. Para acezar a la fortaleza en que fue convertida la Plaza de Armas, había que pasar por varios filtros, electrónicos y no. Se impidió el paso con paraguas y cualquier otro objeto como palos de cualquier grosor, incluso lápices.

 

Sin excepción, todos fueron objeto del ignominioso “cacheo”. Hombres y mujeres fueron toqueteados de pasadita.  Ya casi para llegar al sitio donde se apilaron las sillas, se obsequiaron tortas, pero faltaron “los chescos”. Las miles de personas que prácticamente fueron enchiqueradas, no midieron el peligro como tampoco el gobierno.

 

El circo duró hasta cerca de la 1 de la madrugada, nosotros nos retiramos mucho antes, no sin lamentar  la ausencia de los globeros, las fritangas, los bigotes de fibra de coco, los espantasuegras, cornetas tricolores y sombreros zapatistas, los tradicionales elotes cuyo destino sería el balcón principal. Una total desilusión, hasta en eso fue un fraude.  No había nada de comer, por eso me imagino que dieron tortas a la entrada... uttsss ...

P.D. SOY RESPONSABLE DE LO QUE ESCRIBO, NO DE LO QUE TU PIENSAS

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