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EL ASALTO A LA RAZÓN

Golpe de Estado y la UNAM intimidada

1. Sin venir al caso, el presidente López Obrador aventuró el 27 de marzo: “No se podría anular una elección, porque no hay ningún motivo, pero, además, ¡imagínense, toco madera!, pues solo que la irracionalidad los llevara a una situación extrema, que sería el equivalente a un golpe de Estado técnico, pero sería como soltar a un tigre, muchos tigres…”.

Pasado de fantasioso, el mandatario aludía a una eventual conspiración para someter al Tribunal Electoral pero, como ya se vio, los xochitlovers apechugaron su derrota.

La amenaza, sin embargo, persiste, pero por otra razón: la iniciativa de reforma constitucional del Poder Judicial, según piensa la magistrada Paula María García Villegas (décimoprimer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito en CdMx):

El de magistrados y ministros —explica— “es un trabajo tenso, de mucho estrés”, para el que se requiere vocación de servicio “y nuestros juzgadores federales lo tienen en su gran mayoría”.

Hija de una ex juzgadora célebre que milita en Morena, pero no cree en la elección popular de jueces, magistrados y ministros, la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, Paulina María clama:

Llamo a la reconsideración de este tema, por favor, para que puedan llegar los mejores jueces y magistrados, y técnicamente no haya un golpe de Estado, porque desaparecería un poder público: el Poder Judicial…”.

Golpe o autogolpe de Estado, efectivamente (AMLO dixit) sería “como soltar a un tigre, muchos tigres…”.

2. La demolición del Poder Judicial y su virtual absorción por el Poder Ejecutivo fue la materia que analizaron decenas de especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas, que provocó la condena de López Obrador tanto al estudio en sí como a la Universidad Nacional Autónoma de México por dizque haberse “derechizado”.

El mismo lunes de la catilinaria, la UNAM emitió un comunicado sin sentido que sorprende y preocupa:

“El documento sobre las 20 iniciativas de reforma presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, elaborado por académicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas, entre otras personas, y circulado profusamente en redes sociales durante el pasado fin de semana, de ninguna manera representa un posicionamiento de la Universidad Nacional Autónoma de México ni el sentir de su comunidad. En todo caso, los textos reflejan exclusivamente la opinión de los autores. La UNAM convocará en su momento a diversos foros académicos donde podrá darse una discusión abierta y plural”.

¿Qué tanta presión presidencial se ejerce sobre el rector Leonardo Lomelí?

¿Alguien espera un deslinde semejante cuando un grupo de físicos, botánicos o astrónomos firmen con sus nombres y apellidos algún trabajo sobre las propiedades del permanganato, la eclosión de una gardenia o el próximo avistamiento del cometa Halley?  

 Lo menos que refleja ese obvio y ofensivo texto es pusilanimidad: falta de ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas…

Ámbito: 
Nacional