El primer gobierno morenista deja en Chiapas violencia y descomposición
El 30 de junio Chiapas ocupó el puesto número uno en la lista de homicidios dolosos cometidos en México. De 96 asesinatos registrados aquel día, a la entidad gobernada por Rutilio Escandón los datos oficiales le acreditaron 22.
Apenas dos semanas antes —14 de junio— el estado había ocupado el primer puesto con un total de 13 homicidios, en una jornada en la que la cifra de muertos en el país cerró en 86.
Lo mismo ocurrió el 18 de mayo: de 79 víctimas de homicidio reportadas a nivel nacional, 11 perdieron la vida en Chiapas. Otra vez, aquel día la entidad ocupó el primer puesto entre las más violentas de México.
El fin de semana circuló un video tomado por un miembro del Cártel de Sinaloa que mostró un racimo de cuerpos abandonados en la góndola de un camión de volteo en Jaltenango, en el municipio de Albino Corzo. Los cadáveres, con chalecos tácticos y armas de alto poder, yacían tirados en la unidad. “Mira la guatemalada, quedaron ahí”, “Todo el fondo de la góndola lleno de marranada, mire”, “Como treinta malditos aquí”, dijo el autor del video, quien ordenó a sus hombres: “Saquen todos los cargadores y todos los cuernos... lo que no esté manchado de sangre… Apesta mucho aquí”.
Aunque el hombre que habla en el video aseguró que eran al menos 30 los hombres asesinados, personal militar, de la policía de investigación y de la policía estatal que apareció en el lugar horas después de que pobladores hubieran reportado al 911, informó a sus superiores: “Ya es positivo, 14 cuerpos a simple vista y a reserva (de) que periciales los mueva, porque están amontonados”.
Autoridades del estado informaron que “en la caja del camión de volteo se encontraron asesinadas por arma de fuego 15 personas del sexo masculino, dos más en la cabina, dos a un costado y uno más aproximadamente a 100 metros del vehículo, el cual presentaba impactos de bala de grueso calibre”.
En el video viralizado el fin de semana se menciona que las víctimas eran refuerzos enviados para apoyar a un tal “Ataulfo”, al que fuentes de inteligencia ubican como Ataulfo López Flores, un conocido cacique local.
El pasado 16 de mayo, Lucero López Maza, hija de este personaje y candidata a la presidencia municipal de La Concordia por el Partido Popular Chiapaneco, fue asesinada a las afueras de una gasolinera, cuando se hallaba en actos de campaña. En el ataque murieron también cinco personas, una de las cuales era hermana menor de la candidata.
A Ataulfo López Flores se le ha señalado como un personaje ligado a células del Cártel Jalisco Nueva Generación, las cuales, tras un largo periodo de violencia extrema en contra de las comunidades, han decidido presentarse, “para lavarse la cara”, bajo un nuevo nombre: Cártel de Chiapas y Guatemala.
Dos semanas antes del asesinato de su hija, el rancho de López Flores, ubicado en La Concordia, fue quemado por hombres armados: en el ataque murieron 10 personas; autos y propiedades terminaron calcinados.
El estallido de violencia ocurre en un contexto de extorsiones, secuestros y desapariciones forzadas que están arrasando comunidades de La Concordia, Independencia y Jaltenango.
El Cártel Jalisco acusa a los militares de haber permitido la entrada al Cártel de Sinaloa a los municipios en pugna. La muerte, de ida y vuelta, se ha desatado en la región: un día después de que un cuerpo con un mensaje del Cártel Jalisco apareciera colgado en un puente de la carretera Tuxtla-Ocozocoautla, los restos de cuatro presuntos miembros del Cártel de Sinaloa fueron enviados dentro de una hielera y abandonados en una gasolinera.
La descomposición de vastas regiones, la pugna entre grupos criminales y los conflictos sociales no resueltos son los saldos que deja en la entidad del primer gobierno morenista. Durante los primeros tres meses de 2024 los homicidios se dispararon en Chiapas en más de 50%. Solo en los primeros 10 días de abril se perpetraron 35 homicidios, la mitad de los reportados a lo largo de todo el mes de marzo.
En los días finales de su gobierno, López Obrador ha afirmado que Chiapas es uno de los estados menos violentos y con mayores beneficios por parte de su administración.
En los días finales de su gobierno, la realidad, otra vez, parece tener otros datos.