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PUNTO Y APARTE

* LA UAEM: UNA MADRIGUERA 
 
El quebranto financiero que padece la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM) es grave y así lo ha admitido el rector Alejandro Vera Jiménez en diversos foros. Entre otros problemas la institución enfrenta el riesgo de huelga a partir del primer minuto del uno de octubre, emplazada por sus dos sindicatos. Empero, mientras por un lado trascienden las presuntas penurias de la UAEM, en el opuesto se conoce el manejo irregular de recursos federales y estatales, lo cual ha colocado a la Universidad ante una inminente quiebra técnica. Para desgracia de la comunidad universitaria, el deplorable escenario económico tiene nombres y apellidos, apuntando hacia la Rectoría y un grupúsculo que durante cuatro años se ha entendido a plenitud ahí mediante el lenguaje de madriguera. Lo anterior es un secreto a voces en la máxima casa de estudios morelense. A continuación desglosaré parte de la red de complicidades dentro de la institución, solapada y encabezada por Vera Jiménez, cuyos actos discrecionales hacen comprender su rechazo y bloqueo a cualquier esfuerzo externo de fiscalización. Está negado a la transparencia y rendición de cuentas, porque no puede ni podrá cumplir con esas obligaciones legales. La corrupción lo rebasó.
 
Van los nombres de quienes, según la óptica de algunos observadores de la comunidad universitaria, conforman la red de complicidades y tráfico de influencias. Comenzamos con María Elena Avila Guerrero, esposa del rector, quien funge como directora general de Planeación y Desarrollo. Se le atribuye el manejo de licitaciones y asignación de contratos, algunos de ellos relacionados con la adquisición de sistemas computacionales. Seguimos con Alfredo Mena Díaz, abogado general de la UAEM, esposo de Rosalía Jiménez Duque, directora general de Transparencia, mancuerna presuntamente encargada de encubrir y maquillar los actos ilegales. Gustavo Eduardo Cazorla Castro, tesorero general de la UAEM, vinculado a la dupla mencionada. Javier Sicilia Zardaín, secretario de Comunicación de la UAEM, a cargo del pago a otros prestadores de servicios, incluidos los convenios con medios informativos. Y viene una parte interesante, cuyo principal actor es Gerardo Gama Hernández, director de la Facultad de Arquitectura, uno de los principales operadores del saqueo a la UAEM a través de parientes y socios. Chequen lo siguiente, que es un secreto a voces en la institución: su hermano Carlos Gama es enlace con las compañías constructoras y comercializadoras que se citan a continuación:
 
Veconsa, SA de CV: dueños Juan Armando e Isaac Vettoretti Martínez, a quienes al parecer se les asignaron 14 obras sin concurso entre 2012 y 2015 por 69 millones 704 mil 325 pesos. José Enrique Flores Adel, quien realizó obras sin concurso del 2012 a 2015 por 22 millones 111 mil 371 pesos. II Pórtico de Bertasi, SA de CV, la cual consiguió obras sin concurso entre 2014 y 2015 por 142 millones 850 mil 42 pesos. Seguimos con Construcción y Supervisión Bora, SA de CV: dueños Patricia y Oscar Lastra Fernández, con obras asignadas de 2013 a 2015 por 2 millones 929 mil 875 pesos. Constructora Scale de México: dueños Marco Antonio Martínez, Daniel Miranda y Oscar Javier Guerrero, obras asignadas de 2013 a 2015 por 3 millones 825 mil. Contrataciones y Abastecimientos para la Industria: dueños Efraín Gutiérrez Almazán, 9 contratos asignados entre 2014 y 2015 por 9 millones 871 mil pesos. Otro hermano del director de Arquitectura es José M. Gama, dueño de DIGACOM, comercializadora que otorga servicios a la Universidad. Otro carnal suyo, de nombre Jesús G. Gama, es el secretario administrativo de la Facultad de Arquitectura, presumiblemente vinculado a facturas fraudulentas. Y viene Marcela Lima, esposa de Gerardo Gama, miembro del Patronato de la UAEM, supuesta enlace con otras constructoras.
 
Pero como decía aquel: aún hay más. Andrea Bolongaro es directora general de la Academia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANIDE). En la UAEM se sabe que desde hace cuatro años su asociación civil recibe 12 millones de pesos, pero gasta solo 5 para la operación anual y los 7 millones restantes se entregan personalmente al rector con números fiscalmente maquillados. René Santoveña Arredondo, miembro de la Junta de Gobierno, y Gerardo Avila García, secretario ejecutivo de la Rectoría (ambos cercanísimos a Vera Jiménez), al parecer están realizando una inversión millonaria para abrir una universidad en España. Ha trascendido que las hijas del rector estudian allá. Andrés Manuel López Beltrán, hijo de AMLO, recibiría también ministraciones mensuales para respaldar la actividad política del rector a través de Morena, lo cual ha redituado (entre otras cosas) el apoyo del “morenista” Rabindranath Salazar en el Senado de la República. Y Estefanía Sicilia, hija de Javier Sicilia, es presunta directora de Formación Ciudadana en el área de Comunicación de la UAEM. De ella depende DURGA Publicidad y el denominado Centro de Extensión y Difusión de las Culturas. ¿Cómo la ven, gentiles lectores? 
 
Y con respecto al conflicto latente entre la UAEM y el gobierno estatal comentaré lo siguiente. Como si hubiera “línea” oficial, diversas voces generalmente alineadas con la Casa Morelos se dejaron escuchar ayer para urgir al Ejecutivo y a la UAEM para sentarse a dialogar y encontrar coincidencias que permitan llegar a una solución al lío entre ambas partes. Una de esas voces fue la del delegado de la Secretaría de Gobernación, Gerardo Cubría, quien estimó que es necesario hallar el “punto de colindancia” entre las autoridades estatales y las universitarias, y señaló que el gobierno federal puede está atento para contribuir a esa solución. Otra voz, inusualmente fustigadora, fue la de Tania Valentina Rodríguez Ruiz, dirigente del PT, quien pidió al gobernador generar condiciones para el diálogo.
 
El coordinador de los priístas en el Congreso local, Alberto Martínez, pidió atender el exhorto que los diputados aprobaron la semana anterior, para que Gobierno y Universidad instalen una mesa de diálogo y reconciliación “por el bien de Morelos”. En tanto, el secretario de Gobierno, Matías Quiroz, ratificó el llamado al Consejo Universitario y a los sindicatos universitarios para acceder al diálogo propuesto por la administración estatal. Así, todos llaman al diálogo pero a pesar de ello sigue sin concretarse… porque la pandilla de Rectoría pretende imponer sus condiciones.
 
El secretario de Movilidad y Transporte exhibió ayer un “as” que el Gobierno estatal tenía bajo la manga en su propósito de convencer a los permisionarios y choferes del transporte colectivo, sobre las bondades del Morebús y la necesidad de que lo apoyen. Jorge Messeguer deslizó la posibilidad de que la entrada en vigor del Sistema de Transporte Masivo Integrado obligue a la disminución de la tarifa mínima del servicio de rutas, que actualmente es de seis pesos con cincuenta centavos. La postura del funcionario ataca uno de los principales argumentos con los cuales los ruteros habían ganado adeptos entre la población: que el Morebús implicaría un incremento a los costes actuales de transportación. Y lo que aquí mencioné días atrás lo confirma el propio funcionario: la administración estatal va venciendo resistencias de manera paulatina y el proyecto del moderno sistema de transporte se consolida. Por lo pronto los líderes transporteriles Dagoberto Rivera y Aurelio Carmona van perdiendo la batalla jurídica, vía amparos interpuestos ante la justicia federal. La mayoría de sus mil 500 fueron sobreseídos, según informó Jorge Messeguer. A ver.
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