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LA JORNADA MORELOS: El Colegio de Morelos, secuestrado

El Colegio de Morelos es un organismo público autónomo dedicado a la docencia e investigación en Ciencias Sociales y Humanidades.

Fue a partir de octubre de 2018 cuando el abogado Juan de Dios González Ibarra asumió, en medio de la efervescencia y la sospecha, el cargo de rector. Al poco tiempo, fue acusado de emprender una persecución política contra el filósofo Luis Tamayo. “Este individuo ha orquestado una persecución política contra el Dr. Luis Tamayo reconocido como un eminente investigador, filósofo, ambientalista y psicoanalista con una significativa obra escrita”, reza una de las varias notas que circularon dada la indignación.

A partir de entonces, se instaló un rectorado que no supo elevar el nivel académico al de las antiguas glorias del CIDHEM. Al contrario, el conocimiento fue y ha sido desbancado como objetivo de la institución.

En el Colegio de Morelos cobran derecho de piso

Algunos extrabajadores de la institución comentan sobre la situación interna. Un exprofesor señala: “el día en que yo llegué al colegio una compañera me dijo que aquí se cobraba ‘derecho de piso’ refiriéndose a que la persona ‘de arriba’ les solicitaba a los profesores escribir artículos en coautoría donde él participaba mínimamente”. Además, habría que echarle un ojo al área editorial del colegio, donde él se autopublica. Solo hay que ver cuántos libros suyos han salido en este periodo y cuántos de otras personas o de investigadores nacionales o internacionales. Suena lógico entonces que el rector permaneciera en el SNI nivel 2 por décadas, pero que durante su rectorado ascendiera a SNI 3.

Señala otra persona que trabajaba en el colegio haber presenciado cómo una colaboradora cercana al rector salió dando gritos de su oficina porque él estaba intentando hacer un artículo de su tesis sin pedirle permiso. Ella se enteró y lo encaró. “De lo contrario, ya estaría un artículo publicado de su tesis a nombre del rector”, dijo.

La rotación de personal es algo de todos los días en el Colegio. “Coordinadores, profesores, personal administrativo son despedidos o removidos casi a diario. De un día para otro los corre, así como amanece, dependiendo de su humor, no le importa si las personas ya tienen trabajo consolidado”, dice otra extrabajadora. Señala que por lo mismo los contratos son semestrales y en su mayoría por honorarios, a pesar de que hay personas que ya llevan años en la institución. “Se intentó algunas veces hacer los contratos por más tiempo, pero él nunca aprobó esa medida, me imagino que hacer los contratos por poco tiempo le permitía tener atemorizada a la gente”.

Como se sabe, la rotación de personal en toda institución no permite la construcción de su solidez y mucho menos de su crecimiento. Particularmente en el colegio, dice la extrabajadora, muchas personas con altos perfiles de investigación se han ido, pues saben que la institución no ofrece buenas condiciones laborales.

A consecuencia de la rotación se ha afectado a los alumnos, como se expresa en uno de los comentarios de sus redes sociales:

“Aún sigo a la espera de las opciones para titularme de la doble maestría del colegio y UBI BREST Francia, al parecer tienen muchos conflictos internos y nos siguen afectando a los que estudiamos allí”.

¿Nombramientos por méritos académicos o compadrazgo?

La persona entrevistada agrega: “No se sabe de qué manera elige a quien pone en nómina y a quien no. Tampoco se sabe con qué criterios contrata al personal, ha habido mucho daño a las actividades y desarrollo de los alumnos porque asigna actividades académicas a personas sin el perfil adecuado. Ese también ha sido un gran problema”.

Señala las maneras intimidatorias en que el rector se dirigía a su personal, con gritos y manotazos. También nos dice “pero por alguna razón, le parece buena idea que todos sepan de su amistad con Olga Sánchez Cordero”.

Se designa “profesor emérito” con apoyo de su Junta de Gobierno

Nos cuentan que recientemente el rector se dio un importante autonombramiento: Profesor emérito del COLMOR. Llama la atención que en una institución donde han impartido cátedra personajes del nivel de Ricardo Pérez Montfort o Antonio García de León, él sea el primer profesor emérito. Es una maniobra la cual forma parte de sus intenciones de perpetrarse en el poder a pesar del próximo cambio de gobierno en el estado.

El emeritazgo le fue otorgado a nombre de “la junta de gobierno”, esa misma que siguiendo a la ley orgánica de la institución decide al rector. Debe revisarse cómo quedó integrada la junta, ya que desde 2021 viene siendo acusado de “integrar esa junta con gente cercana e incondicionales suyos”.

Desde la retirada del destacado intelectual Ricardo Guerra (en 2006) cada gobierno le ha dado su toque a esta institución. ¿Presenciaremos ahora el realce del pensamiento humanista que el estado de Morelos necesita y se merece? Siempre hace falta recordar que las instituciones están por encima de los hombres, y de cualquier interés personal que decida ir en contra del desarrollo social e intelectual.


 

La Junta de Gobierno y rectoría del COLMOR, una historia de amor

El 3 de octubre de 2022, la Junta de Gobierno de El Colegio de Morelos, en su primera sesión extraordinaria de 2019, ratificó por unanimidad de votos a Juan de Dios González Ibarra para ocupar el cargo de Rector en el período 2019-2025. Como premio, en la sesión del 27 de octubre de 2022, la Junta de Gobierno de El Colegio de Morelos aprobó la ratificación de algunos de sus integrantes (Torres Benítez, López Chávez, Rubí Tapia y Torres Miranda) y les autorizó desempeñarse por un periodo más. De esta forma, la Junta de Gobierno del Col Mor volvió a conformarse por:

María de los Ángeles Arcos García,

Mariela González Gómez,

Jade Navine Gutiérrez Hardt,

Erico Torres Miranda,

Abad Torres Benítez,

María de Jesús López Chávez,

Héctor Esteban Rubí Tapia,

Karime Pérez Guzmán y,

Bernardo Alfonso Sierra Becerra.

Que ahora le regalan, estando aun en funciones, un emeritazgo a su rector.


Algunas irregularidades en el manejo del Colegio de Morelos

Uno de los proyectos que se echaron a andar cuando se inauguró la institución, fue el de Ciencias de la Complejidad, que despertó una gran participación de nuevos estudiantes y abrió la colaboración con otras instituciones educativas en el país, en particular el Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad Nacional Autónoma de México. De esta institución recibimos gran apoyo académico y financiero, gracias a lo cual se pudo equipar al Colegio con un laboratorio de cómputo que permitía a los estudiantes el corroborar los cálculos de los maestros e inclusive, desarrollar programas sencillos para estimar los impactos del calentamiento global antropogénico, principal ejemplo de complejidad en las áreas de ciencias y humanidades.

El equipo de cómputo del laboratorio, para tereas administrativas

Los fondos invertidos fueron desechados por el cambio de administración en el Colegio cuando se cambió la administración estatal y se nombró a un abogado como rector y éste decidió desbaratar el equipo de cómputo y convertirlo en equipo de administración para las secretarias en la administración.

En el Colegio no les gusta el ahorro

Otro ejemplo, fue la inversión en un arreglo de celdas fotovoltáicas como primer paso para independizar a la institución de los muy altos cobros de la Comisión Federal de Electricidad que acababa de substituir a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. De nuevo, el rector mostró su carencia de conocimientos al respecto e impidió que se terminase la instalación de dicho arreglo fotovoltáico. No sólo eso, sino que exigió al rector original que repusiera el gasto que calificó como inútil e innecesario y el proceso terminó en un intento fallido por encarcelar a dicho rector con un argumento que fácilmente se demostraba falso e incongruente; el intento duró un buen número de años.

Otro abuso de los fondos se dio cuando desaparecieron poco más de cinco millones de pesos que se habían logrado ahorrar para independizar a la institución de la CFE y del SAPAC mediante la captura del agua de lluvia y su almacenamiento en cisternas diseñadas para tal propósito; además de otras ecotécnias cuya aplicación permitiría la contratación de más personal académico y la nivelación de salarios de quienes ya laboraban en la institución.

Se obliga a estudiantes a recursar materias para que paguen nuevas cuotas

Asimismo, se indicó a un gran número de estudiantes que ya estaban por entregar sus tesis correspondientes, que debían volver a cursar varias materias reinscribiéndose nuevamente y pagando las nuevas tarifas correspondientes (que eran mucho más elevadas); con ello, lo único que se logró, viendo además la carencia de nivel adecuado en la oferta de esas materias, fue que los estudiantes decidieran abandonar la institución.

Las barrancas y el COLMOR

Una nueva intervención negativa para todo el Estado de Morelos tuvo lugar cuando se había logrado la aceptación por un gran número de personas con variadas profesiones e incluyendo la participación de diputados estatales y federales para dar a conocer el fruto de varios años de trabajo de investigación en las mejores formas en la protección de las barrancas en Cuernavaca y demás sitios similares en el Estado para detectar, denunciar, intervenir y sancionar las descargas ilícitas de agua contaminada o desechos sólidos, entre otras medidas. Sin siquiera leer el resultado del trabajo, se impidió su publicación y se desaparecieron los fondos que se tenían para tal acción.

La nulidad académica

El descaro y la carencia de vergüenza llegaron a su máxima expresión cuando se autonombró doctor a cargo de la materia que llevaba por título complejidad en las legislaciones modernas o algo similar y digo llevaba porque nadie se inscribió a tal engaño durante los semestres que se ofreció tal curso; lo que si se logró fue que la gente que se enteró quedara convencida de la nulidad intelectual y el desconocimiento de quien ofrecía tal engaño.

Testimonio de Antonio Sarmiento, investigador en el área de matemáticas de la UNAM Campus Morelos


Entre despidos y desencantos: mi trayectoria en el Colegio de Morelos

Con gran entusiasmo, me acerqué al Colegio de Morelos (COLMOR) para cursar estudios de doctorado en Antropología en 2019. Mi propósito era realizar una investigación doctoral para contribuir a implementar la educación sexual integral y curricular en el Estado de Morelos a través de la transversalidad interdisciplinaria en estudios sobre sexualidad humana.

Mientras ejercía como Química Farmacéutica Bióloga y genetista, me formé como Orientadora y Educadora en Sexualidad y como Terapeuta Sexual. Como docente de la Universidad Nacional Autónoma de México y egresada de la maestría en Ciencias de la Educación por la Universidad del Valle de México, así como del Máster en Anticoncepción, Salud Sexual y Reproductiva para Iberoamérica por la Universidad de Alcalá de Henares en España, identifiqué en la Antropología una oportunidad única para profundizar en estudios sobre sexualidad humana, mediante un enfoque transdisciplinario. Esta visión fue compartida durante mi entrevista de ingreso y avalada por las autoridades académicas del Colegio, entonces bajo la rectoría del doctor Luis Tamayo.

Habiendo sido aceptada como alumna de doctorado, elegí las asignaturas y seminarios a cursar y comencé mis estudios. Desde los primeros momentos acordé con el doctor Emiliano Canto, profesor del seminario de “Antropología Política”, su asesoría como director de tesis. Acepté su invitación para asesorar mi trabajo de tesis, por sus conocimientos y la pasión con la que impartía su cátedra. Comencé enseguida mi trabajo de investigación. Cursé un segundo seminario con este profesor y, al término del semestre, mis compañeros y yo recibimos de su propia voz, con gran sorpresa y decepción, la noticia de que dejaba el COLMOR, aduciendo que se sentía no valorado, discriminado y agredido por las autoridades del Colegio, encabezado por el doctor Juan de Dios González Ibarra. Esto significó mí primer desencanto del Colegio.

Posteriormente, cursé dos seminarios sobre “Complejidad” que entonces impartía el doctor Pedro Orozco. Al inicio del segundo, cuando recién iniciaba la pandemia, me acerqué al doctor Orozco, junto con compañeros y compañeras del grupo, con la intención de retomar nuestros proyectos de investigación doctoral bajo su dirección. Obtuvimos de su parte una respuesta favorable. No nos duró mucho el gusto, pues todavía sin haber formalizado la respectiva asesoría, percibimos vía zoom al profesor muy molesto con las autoridades del Colegio, y días después fuimos informados de que había sido despedido.

Esta desafortunada historia se repitió para otros compañeros y compañeras con al menos otros tres profesores. En aquel momento, yo no comprendía por qué renunciaban o eran despedidos uno tras otro. Hoy, me resulta claro que la Institución estaba siendo «secuestrada» por quienes se habían convertido en sus autoridades, manejándola con criterios ajenos a intereses académicos. Lamentablemente, esta situación persiste, y se sigue perjudicando al alumnado, a quienes integran la planta docente y al personal administrativo.

No omito comentar que, desde mi ingreso al Colegio, solicité beca semestre tras semestre; sin embargo, sólo en una ocasión me fue otorgada una exención del 35% del pago de colegiatura. Posteriormente, este derecho me fue negado sistemáticamente. Al parecer las autoridades del COLMOR no han entendido que la educación que se imparte en instituciones públicas debe ser gratuita: actualmente llaman “aportaciones” a las colegiaturas.

Mi último intento por lograr una dirección formal de mi proyecto de investigación fue con el doctor René Thierry, un académico renombrado y reconocido por sus trabajos en materia de Educación y Pedagogía, entre otras. En el Colegio, cursé con él dos asignaturas y un seminario. Durante el último, aceptó ser mi asesor y director de tesis. Retomé entonces mi proyecto de investigación bajo su dirección con renovado entusiasmo, sin llegar a realizar los trámites para el registro de tesis. Lamentablemente, el doctor Thierry fue víctima de COVID 19, lo que le llevó a ser hospitalizado en 2022. Al salir del hospital, retomó responsablemente sus cursos y seminarios vía “zoom” con gran esfuerzo, pues tenía la necesidad de oxígeno complementario, cuestión que no fue valorada por la autoridad del COLMOR y, por el contrario, se le despidió arbitraria e injustificadamente por su situación de salud.

Ante tal injusticia, alrededor de veinte alumnos y exalumnos de sus cursos y seminarios, nos dimos a la tarea de redactar, firmar y entregar a la autoridad una petición de reinstalación del profesor Thierry, no obstante, nuestra solicitud fue rechazada de manera rotunda y prepotente por el rector Juan de Dios González en persona.

Es destacable que, conocedor del evidente rezago en el egreso y en la titulación de los estudiantes, el doctor Thierry propuso al Rector un “Seminario de investigación” para graduar a aquellos rezagados sobre todo los del Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos, hoy COLMOR. Con respecto a esta propuesta, la rectoría nos respondió a los alumnos de la época que se le contrataría con el propósito de dirigir tesis sin impartir clases. Al día de hoy esto no ha sucedido.

Lo que he vivido en el COLMOR lo vienen padeciendo también alumnos y alumnas del Colegio. La constante contratación y despido de docentes de asignatura cada semestre obstaculiza la obtención de títulos y grados. Hoy, la planta docente es contratada semestralmente y bajo contratos de honorarios por servicios profesionales, lo que garantiza la permanencia únicamente de aquellos que se alinean con las políticas y criterios de las autoridades del Colegio.

A la luz de estos acontecimientos y habiendo completado todos los créditos de mi doctorado, en 2022 decidí esperar a que la Institución sea rescatada de su lamentable secuestro. Sigo esperando…

Testimonio de María Isabel Saro Cervantes. QFB, Maestra en Ciencias de la Educación, Sexóloga Clínica, Máster en Anticoncepción, Salud Sexual y Reproductiva


González Ibarra prefirió no responder

La Jornada Morelos buscó a Juan de Dios González Ibarra, rector del Colegio de Morelos, para entrevistarlo sobre el contenido de este reportaje, sin embargo, no tuvimos éxito.

El viernes 16 de agosto se intentó localizar vía telefónica a alguien en los números listados del Colegio de Morelos 777 318 0126 y 777 318 0127, intentamos desde las 13 hasta las 19 horas en cada una de las extensiones sin obtener respuesta alguna.

También se enviaron dos correos electrónicos a Rectoría y difusión del Colegio solicitando la entrevista vía telefónica. Ninguno fue respondido.

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