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PUNTO Y APARTE

* ¿QUIÉN MANDA EN LA UAEM?
 
Algún amigo le comentó a Valéry Giscard d’Estaing, siendo presidente de Francia, aludiendo a James Carter, a su vez presidente de los Estados Unidos: “¿Has visto cómo en dos años ya no es el mismo? Es espantoso cómo cambian los hombres en el poder”. Cuando la misma persona se percató de lo que estaba diciendo agregó: “Por supuesto, ese no es tu caso”. Sin embargo, Giscard percibió que le estaba ocurriendo lo mismo que a Carter. “Es el efecto del tiempo, más el estrés del poder”, comentó a Javier Valenzuela, reportero de “El País” de España, el 3 de agosto de 1991. Lo anterior me sirve como preámbulo para hacer la siguiente pregunta: Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), ¿cambió tras asumir tan distinguido cargo o lo cambiaron?
 
Quienes conocieron a Vera Jiménez en sus años mozos durante su paso por la Facultad de Psicología de la UAEM, y después convertido en joven catedrático de la misma, comentan que hoy es una persona distinta. Ya no es “tan buena onda”, pues ahora presenta una actitud camorrista, voluble y siempre a la defensiva. Se encuentra metido en la burbuja del poder que le confiere la Rectoría universitaria, pero además su dramático cambio patrimonial, exhibido con gran cinismo ante propios y extraños. Toda la comunidad universitaria sabe que Vera Jiménez es ya un hombre rico. Así las cosas, el dinero y el poder cambian a los hombres, aunque yo agregaría lo siguiente: también lo hace el círculo cercano de colaboradores… para el caso de determinados servidores públicos. Lo he visto durante más de cuatro décadas.
 
Es aquí donde haré otra pregunta: ¿Quién manda realmente en la Universidad? ¿La esposa del rector, María Elena Avila Guerrero, directora general de Planeación Institucional? ¿O alguno de “Los Cuatro Fantásticos”? ¿Quiénes son ellos? Por un lado está Rubén Aguilar Valenzuela, ex vocero del presidente Fox y actual socio de la empresa “Afan Consultores Internacionales”, la cual es propiedad de su hermano Octavio, misma que ha sido beneficiada por el rector Vera con contratos millonarios. Sumamos a Carlos Garza Falla, secretario ejecutivo de la Rectoría, uno de los fundadores de la “Liga 23 de Septiembre” a comienzos de los años setenta, muy cuate de Aguilar Valenzuela, quien fue guerrillero en El Salvador entre 1981 y 1985. Ambos imparten conferencias sobre “marketing” político para la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE). Agregaré a Mario Caballero, presidente del Patronato de la UAEM, quien en 2012 diseñó la estrategia de comunicación política para Amado Orihuela Trejo, candidato gubernamental (perdedor) del PRI. Y finalmente tenemos al otro “poder tras el trono” (primero está la esposa del rector): el poeta Javier Sicilia, secretario de Comunicación de la UAEM, quien trae su propia agenda sobre derechos humanos y víctimas, la cual comienza a ser rechazada por importantes actores de la comunidad universitaria (ya los tiene “hasta la madre”). Así sucede con el Colegio de Directores, cuya gran mayoría no responde a los llamados del rector como lo hacía antes. En suma: Alejandro Vera está copado y mal influenciado. Tan es así que presenta ya ante la opinión pública un discurso incoherente. Con mucha frecuencia se hace bolas.
 
El presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), Israel Reyes, anunció que sus agremiados saldrán hoy a protestar, muy temprano en marcha desde la institución hasta la Plaza de Armas a fin de presionar al gobierno estatal para que “pague todo el dinero que le adeuda a la Universidad”. Sin duda alguna, los dirigentes de la FEUM respondieron así a la línea del rector, expuesta también durante el izamiento de la bandera blanca “por la paz”. Vera volvió a arengar como en otras ocasiones: “Salgamos de nuevo a las calles pacíficamente y ocupemos los espacios públicos que nos pertenecen en defensa de nuestra universidad y de su autonomía, en defensa de una educación universitaria para la paz”. En contraposición a los acuerdos del gobernador Graco Ramírez con los líderes de los dos sindicatos universitarios, el directivo académico declaró que “se debe rechazar la barbarie que pretende violar el derecho a la educación de más de 40 mil jóvenes universitarios, que pone en riesgo el salario de más de seis mil trabajadores y jubilados, que amenaza la estabilidad de miles de familias y el desarrollo del estado de Morelos”. Vera Jiménez sigue culpando al gobernador Graco Ramírez del déficit financiero de la UAEM, que ya alcanza los 500 millones de pesos. Etcétera, etcétera. Lo escribí ayer en redes sociales y hoy lo reitero: el rector Vera no ha cambiado su actitud camorrista, ni la cambiará… en perjuicio de miles de estudiantes que están pagando los platos rotos.
 
Quizás el nombre de la empresa “Dumago Systems Solution, S.A. de C.V.” no le diga nada a usted, amable lector, pero es una de las compañías que detectó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el desvío de recursos de la Secretaría de Desarrollo Social (Cruzada Contra el Hambre) perpetrado desde la Rectoría de la UAEM. Sabemos que nuestra máxima casa de estudios le autorizó, mediante la licitación LP17/2013, los “servicios de asesoría especializada”, otorgados vaya usted a saber dónde. El monto del contrato ascendió a 33 millones 633 mil pesos, que se pagaron sin haberse recibido los servicios. Esa operación está radicada en una de las cuatro denuncias interpuestas por la ASF ante la PGR. Hay quienes dicen que la asignación del contrato a esa empresa fue un “error” del rector Vera y algunos de sus más cercanos colaboradores (Wistano Orozco García y María Dolores Sánchez Campos), pero otros no opinan igual. “Fue un acto mal intencionado, con el objetivo de sacar raja”, indican. Y en el mismo plano se sitúan otras compañías: Grupo Comercializador Cónclave, Prodasa, Evyena Servicios y Meve Soluciones.
 
Entrevistado por Morelos Habla luego de que trascendieran los manejos irregulares de recursos federales a cargo de la Sedesol (en la UAEM), Alejandro Vera Jiménez declaró que “si no se fijaron a quién estaban otorgando las licitaciones y los contratos, es su problema”. Efectivamente: “no sabían” a quién le estaban entregando los recursos públicos, pero han de saber ustedes que el Diario de la Federación, de fecha 5 de septiembre de 2005, publicó una circular para que todo el gobierno federal, organismos descentralizados, empresas paraestatales, gobiernos estatales, etcétera, se abstuvieran de aceptar propuestas o celebrar contratos con “Dumago Systems Solution” durante tres meses. La firma tenía fama de irresponsable, corrupta y omisa. Aun así, Vera y su pandilla, quizás por desconocimiento sobre lo ocurrido en 2005, contrataron a “Dumago”. Empero, recientemente ha trascendido que Jesús Gama Hernández, hermano del director de la Facultad de Arquitectura (Gerardo Gama), se benefició con el mismo contrato. ¿Cómo la ven, amables lectores?
 
Cambiemos de frecuencia. Días atrás advertimos que en breve la clase política comenzaría a ocuparse de manera pública de los asuntos relacionados con la integración del paquete económico para 2016. Y al menos en el Congreso ya comenzó la feria de los billetes, pues durante la sesión ordinaria de esta semana, realizada el martes por la noche, tres legisladores promovieron asuntos ligados a este tema. Por un lado la aliancista Edith Beltrán impulsó un acuerdo para que el Congreso Local pida a la 63 Legislatura Federal, que el presupuesto para el sector educativo cumpla con la asignación del 8 por ciento del Producto Interno Bruto, que es una aspiración no cumplida de la legislación del ramo.
 
En tanto, la panista Norma Alicia Popoca subió un exhorto para que en el Presupuesto de Egresos 2016 del Gobierno Estatal, se destinen los recursos necesarios mediante los cuales continúe la Alerta de Violencia de Género decretada en ocho municipios desde agosto de 2015 por la Secretaría de Gobernación, y también se fortalezca financieramente a la Fiscalía General del Estado. Y el priísta Aristeo Rodríguez Barrera, diputado emergido del sector campesino, solicitó que ese presupuesto crezca hasta llegar al uno por ciento en cuanto a la inversión estatal para el agro. Pero como bien lo recordó el aliancista Francisco Santillán, ya experimentado en cuestiones legislativas, habrá que estirar la cobija para cubrir de la mejor manera todos los rubros.
 
Los sindicatos de burócratas ya se dividieron y ello podría ser el anuncio del próximo final del conflicto por las reformas a la Ley del Instituto de Crédito. Parte de los empleados públicos adscritos a los sindicatos mantiene un ya añejo plantón en el acceso principal del Congreso del estado, y de la mano del líder del sindicato del Legislativo, Jesús Román, amaga con radicalizar su postura. El otro bloque se puso al descubierto ayer, con el liderazgo de un renovado secretario del sindicato de los trabajadores del Poder Ejecutivo, pues Daniel Hernán López salió a convocar a los diputados para dialogar sobre cambios en el monto de las aportaciones que deberán ser descontadas a los afiliados al Instituto. Al de burócratas se estarían sumando sindicatos del ayuntamiento y agrupaciones de jubilados, y de manera destacada Daniel marcó distancia de quienes han optado por marchas y plantones para oponerse a las recientes reformas. A ver.
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