A 125 años del nacimiento de Jorge Luis Borges y autor del cuento “Funes el memorioso” publicado en el año de 1944. Me parece, que en cierto sentido la trama del cuento retrata lo que muchos mexicanos, en tiempos de la 4T y fieles seguidores del gobierno de AMLO, están padeciendo.
Me explico: Borges relata la historia de Ireneo Funes, un gaucho del Uruguay que había quedado tullido luego de un accidente con un caballo. Con soberbia, Funes consideraba benéfico el golpe que lo había fulminado, porque le permitía recordar todo.
Bueno, a Juan Pueblo no lo ha tirado un caballo ni ha quedado tullido ni paralítico como Ireneo Funes, pero padece del mismo mal, solo es capaz de recordar lo que escucha todas las mañanas o lee por su celular o guarda en su memoria lo que le dicen o escucha de los otros, eso reina su percepción y llena su memoria solo de simples percepciones que son lo único que le basta para interpretar su realidad o, en
otras palabras, es lo que replica con orgullo sin darse cuenta de su ignorancia y de la realidad.
Tras la caída Funes es capaz de recordar con lujo de detalle absolutamente todo lo que ha vivido, soñado e imaginado. No es capaz de pensar, esta reducido y condenado a lo anecdótico y sus puras percepciones, no puede elaborar pensamientos más allá de lo que percibe. Juan Pueblo está condenado solo a recibir dádivas del gobierno y eso es su única percepción y llena su memoria, pero no alcanza a pensar y ver más allá de las consecuencias de su simple actuar perceptivo.
Ireneo Funes y Juan Pueblo parecen padecer el mismo síndrome de su incapacidad de pensar. Lo que Borges propone es que nuestro conocimiento no debe quedar en simples representaciones inmediatas de los recuerdos que se tienen de las percepciones aisladas. Para pensar es necesario olvidar, y olvidar para conocer.