Las alarmas saltaron hace más de un año. Una investigación de la Oficina Federal de Investigación (FBI) sobre amenazas vertidas en internet de cometer un tiroteo escolar, acompañadas de fotografías de armas, condujeron a la casa de sobre Colt Gray, el acusado de matar a dos profesores y dos estudiantes en el Instituto Apalachee de Winder (Georgia). Tras interrogarle a él y a su padre, la policía no encontró motivos para detenerle. Gray, que ahora tiene 14 años, a quien una compañera de clase describió este miércoles como un chico callado que apenas hablaba, está acusado de asesinato y será juzgado como un adulto, según las autoridades.
En mayo de 2023, el Centro Nacional de Operaciones contra Amenazas del FBI recibió varias pistas anónimas sobre amenazas en internet de cometer un tiroteo en una escuela en un lugar y a una hora no identificados. Las amenazas contenían fotografías de armas. En un plazo de 24 horas, el FBI determinó que la publicación en línea se había originado en Georgia. La oficina de Atlanta del FBI remitió la información a la oficina del sheriff del condado de Jackson para que tomara medidas, según informaron este miércoles en un comunicado conjunto la delegación del FBI en Atlanta y la oficina del sheriff de dicho condado.
Los agentes de policía del condado de Jackson localizaron entonces a un posible sospechoso, un varón de 13 años, y se entrevistaron con él y con su padre. El padre declaró que tenía armas de caza en casa, pero que su hijo no tenía acceso a ellas sin supervisión. El chico negó haber hecho las amenazas por internet. El condado de Jackson alertó a las escuelas locales para que siguieran vigilando al adolescente. “En ese momento, no existían motivos fundados para proceder a su detención o para llevar a cabo una acción policial adicional”, aseguran las autoridades.
El colegio al que acudía ahora Gray está en otro condado, en el de Barrow, y aparentemente la información no fluyó. Según ha informado la emisora local WSB-TV, una vecina de la familia vio al chico coger el autobús escolar este miércoles con una sudadera y una mochila, aunque lo habitual era que su padre lo llevase al instituto.
Testigos presenciales han relatado a medios locales que Gray salió de clase de matemáticas y la puerta de su aula se cerró automáticamente. Cuando trató de volver a ella, uno de los alumnos que estaba en el interior vio que llevaba un arma y no le abrió. Poco después empezó el tiroteo, aparentemente en un pasillo del instituto y un aula contigua. Gray usó un rifle semiautomático estilo AR-15, según las autoridades, que aún investigan cómo se hizo con ella. La policía realizó registros este miércoles en la casa del acusado.
“Nunca hablaba”
En una entrevista en la CNN, Lyela Sayarath, una estudiante de tercer año del Apalachee High School que dijo haberse sentado junto al tirador, lo describió como un “chico tranquilo” que se había trasladado recientemente al instituto y que a menudo se saltaba las clases. “En realidad nunca hablaba. Era bastante callado. La mayoría de las veces no estaba, simplemente no venía al colegio o se saltaba las clases. Pero incluso cuando hablaba, eran respuestas de una palabra o solo frases cortas”, dijo. “No podría decirte cómo sonaba su voz, ni siquiera describirte su cara. Solo estaba ahí”.
Sayarath aseguraba que no le sorprendió que él fuera el tirador. “Cuando piensas en los tiradores y en como actúan o las cosas que hacen, normalmente es el chico callado o ese es el estereotipo, y él era el que se ajustaba a esa descripción en nuestra clase”, declaró.
Apenas ha trascendido más información sobre el presunto autor de la matanza. Se desconoce el móvil por el que actuó o si ha habido algún detonante para que casi año y medio después haya cumplido aquellas amenazas.
Según contaron las autoridades, Colt Gray se entregó a los agentes en cuanto estos llegaron al colegio, minutos después de la alerta por la presencia de un tirador. Antes de eso disparó repetidas veces. Dos compañeros de 14 años, un profesor y una profesora murieron. Otras nueve personas fueron hospitalizadas.