Para exigir justicia y una policía mixta; “éste no es el único caso de abuso policiaco”, denunciaron
Familiares de Eduardo Jiménez Candia, el joven que murió tras golpiza de elementos del Mando Único y negligencia en el Hospital General “José G. Parres”, marcharon en el municipio de Emiliano Zapata para exigir justicia y una policía mixta, “éste no es el único caso de abuso policiaco”, denunciaron.
Ayer por la mañana familiares de Eduardo marcharon por las principales calles del municipio citado y realizaron un mitin en el Ayuntamiento para solicitar a las autoridades municipales castigo a los más de 10 policías que atacaron al joven.
Asunción Candia, tía de Eduardo, reprochó la brutalidad con la que actúan los policías del Mando Único en el municipio de Emiliano Zapata y aseguró que la muerte de su sobrino no ha sido la única.
Incluso recordó que hace tres semanas otros joven habría perdido la vida tras ser detenido y golpeado por policías y mencionó por lo menos otros dos casos donde la complicidad de los médicos forenses desvirtúan la responsabilidad en las agresiones de policías a ciudadanos.
Destacó el caso de Raúl Hernández Noguez, joven que el 30 de agosto del 2015 fue asesinado por policías, quienes manipularon la escena para simular un contraataque y justificar la muerte del muchacho (caso que ameritó una recomendación por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos).
Los familiares de Jiménez Candia exigieron al presidente municipal, Fernando Aguilar Palma, “justicia para mi sobrino, no queremos que esto quede impune y no queremos que trate de solapar a los responsables”.
También demandaron al edil que implemente una Policía Mixta “con policías que sean más humanos y sensibles, pues el Mando Único sólo violenta los derechos de las personas”.
Antecedentes
El pasado 30 de septiembre Eduardo, de 21 años de edad y padre de dos menores, salió de una tardeada junto con su esposa y su familia cuando fue brutalmente golpeado por más de 10 policías y después fue detenido acusado de participar en una riña.
En el trayecto a la base policiaca fue humillado física y verbalmente por los policías, quienes se provocaban vómito y rociaban su cuerpo con el vómito, tras salir de la comandancia permaneció con las lesiones.
Al persistir y agudizar las molestias se trasladó al Hospital “Parres” donde los médicos se negaron a atender al muchacho con el argumento “que no era una urgencia”, tras esperar cuatro horas fue ingresado al hospital y murió casi inmediatamente.