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El País-Edición México/ Viri Ríos

El comandante cada-vez-menos-supremo de las Fuerzas Armadas

En la ley, López Obrador es el mando supremo del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos. En la realidad, el debilitamiento de las estructuras burocracias civiles ha creado una relación de dependencia del presidente hacia el ejército. El resultado es un presidente con cada vez menor capacidad de comandar o siquiera conocer las actividades que realizan las fuerzas armadas. La balanza de poder entre civiles y militares pudiera estar cambiando estrepitosamente. López Obrador está jugando con fuego al ponerse en situaciones que lo hacen dependiente del poder militar.