Incognitapro

Alejandro Santos Cid y Beatriz Guillén

Chiapas, territorio tomado

Una familia venezolana encerrada en una jaula para gallos, de camino a Tapachula, aguarda su turno de salida. Un viejo, helado de frío, recuerda en la noche de Comitán la huida de su hogar en la frontera, las amenazas del crimen, aquel papel que le querían hacer firmar. “Firmar, ¿para qué?”, susurra. Un grupo de campesinos, adolescentes y ancianos, armados con viejos fusiles de caza y ametralladoras último modelo, guisan sobre las brasas, mientras vigilan la entrada de Frontera Corozal.