Enfrentan nuevas generaciones bajo acceso a créditos, rentas altas, especulación, gentrificación…; al final postergan la idea de tener un inmueble propio; En 20 años, el poder adquisitivo de los sueldos cayó 21%, pero el costo de las casas subió 42%; para pagar un “huevito” a crédito hay que ganar mínimo 30 mil pesos