CIUDAD DE MÉXICO.- Un incremento en la deuda mayor a lo planteado para 2017 podría llevar a la pérdida de confianza, con consecuencias abruptas y sustanciales en el costo de la deuda y reduciría aún más el gasto, advirtió José Antonio Meade, secretario de Hacienda en su comparecencia en la Cámara de Diputados.
Por ello es “imperioso estabilizar y reducir nuestro nivel de deuda pública” a través de un Paquete Económico responsable y austero que se presenta en un entorno adverso.
“El balance de riesgos para el crecimiento global es negativo. Tenemos en frente un ajuste de la política monetaria en los países desarrollados, notablemente en Estados Unidos; una elección en nuestro principal socio comercial, con implicaciones inciertas y riesgo de mayor proteccionismo”, expuso.
En tanto, agregó, en el mercado petrolero los avances tecnológicos y un incremento en la oferta superior a la demanda han provocado un entorno de precios desfavorables.
“Además resentimos la volatilidad y la incertidumbre que vienen desde el ajuste estructural en China hasta la salida del Reino Unido de la Unión Europea”, dijo.
Meade Kuribreña añadió que esta situación obedece al ajuste fiscal “que es necesario para cerrar un periodo de política contracíclica”.
El funcionario expuso que parte del incremento de la deuda en los últimos años -poco menos de la mitad- se explica por la trayectoria del déficit, “en específico 5.5 puntos como proporción del PIB”.
“Desde el principio se dijo que esa trayectoria de déficit tendría que ir cayendo en el tiempo y que este año tendríamos que regresar al superávit primario”, comentó.
Ante cuestionamientos del grupo parlamentario del PRI, Meade Kuribreña expuso que la trayectoria -previa- de la deuda permitió acompañar a las reformas para dar un estímulo adicional de crecimiento.
“Cuatro puntos de los 12 que aumentó, se explican por la evolución del tipo de cambio y uno y medio por el apoyo que se dio a Pemex y CFE para enfrentar sus requerimientos en materia de sistemas de pensiones. Adicionalmente, 1.7 puntos se explican por un crecimiento económico menor al esperado”, explicó.
El responsable de las finanzas públicas subrayó que “el mundo, todo, se ha visto sorprendido por un menor nivel de crecimiento que se esperaba”.
En 2012, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, representaban el 37.7 por ciento del PIB y para 2016 se espera que lleguen a 50.5 por ciento del PIB, lo que representa una diferencia de 12.8 puntos.
Por otra parte, el secretario señaló que el actual esquema de ingresos del sector público descansa en los ingresos tributarios, lo que da tranquilidad ante el escenario que se vive en el mercado petrolero y el contexto económico mundial.