El plan es bajar a la mitad el número de personas que se atienden en estos consultorios para que asistan al IMSS o el ISSSTE
Reducir a la mitad el número de personas que prefieren acudir a los consultorios de farmacias en lugar de ir a las clínicas del IMSS o el ISSSTE; triplicar el número de consultas para la población no derechohabiente; reducir el gasto de bolsillo en la atención primaria; subir a 95 por ciento la proporción de recetas surtidas y bajar a la mitad el porcentaje de personas con hipertensión y diabetes que no están diagnosticadas.
Estas son algunas de las 13 metas sexenales que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se ha planteado en materia de salud, uno de los rubros donde la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador deja mayores retrocesos, debido a la pandemia de Covid-19, a la reducción del gasto público y a las fallas en la transición Seguro Popular-Insabi-IMSS Bienestar.
“La meta final es reducir el número de personas que atienden sus necesidades de atención primaria en el sector privado, particularmente el 17 por ciento que lo hace en consultorios adyacentes a farmacias y por lo tanto incrementar el porcentaje de personas en control preventivo y tratamiento. En caso de ser exitosos esperamos observar reducciones en la morbilidad y mortalidad de enfermedades prevenibles”, cita el documento 100 pasos para la Transformación, que detalla las metas de la próxima presidenta.
Para 2030, la promesa del gobierno que inicia el próximo 1 de octubre no es tener un sistema de salud similar al de los países nórdicos, pero sí plantea combatir tres escollos que la administración anterior no pudo remontar: el desplome que hubo en el acceso de las personas más pobres a la seguridad social, el desabasto de medicamentos y las inequidades derivadas de la fragmentación del sistema de salud.
Sin embargo, para lograr las 13 metas que figuran en el documento elaborado tras los llamados diálogos para la transformación, será necesario incrementar el presupuesto y ampliar la infraestructura existente, opinaron expertos en salud consultados por El Sol de México.
Coordinados por David Kershenobich, futuro secretario de Salud, los diálogos para la transformación en materia de atención médica proponen “incrementar de manera sustantiva el porcentaje de mexicanos que interactúan con el sector público en la atención primaria a la salud”, por lo que se plantea que dentro de seis años se habrá reducido a la mitad el 39 por ciento de las personas con necesidades de salud que se atendieron consultorios adyacentes a farmacias o domicilios privados.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 (Ensanut 2022), en un día típico se realizan un promedio de dos millones de consultas médicas, de las cuales 52 por ciento (un millón 040 mil) se realizan en el sector público (IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud), en tanto que 48 por ciento (unas 960 mil) se ofrecen en el sector privado.
De estas 960 mil, alrededor de 448 mil se brindan en consultorios en domicilio médico y 354 mil en consultorios adyacentes, principalmente en las cadenas Farmacias Similares, Farmacias del Ahorro y Farmacias San Pablo.
En tal sentido, la meta sexenal es bajar de 800 mil a 400 mil las consultas en el sector privado y elevar a 1.4 millones las que se brindan en dependencias públicas.
Adicionalmente, el proyecto de Sheinbaum se plantea triplicar la tasa de consultas externas para población no derechohabiente de la seguridad social para hacerla similar a la de los derechohabientes, y reducir en 30 por ciento el gasto de bolsillo para atención primaria.
Para Erick Antonio Ochoa, director de la organización Salud Justa, las metas sexenales son loables, pero el futuro gobierno debe aclarar de dónde van a salir los recursos para mejorar la infraestructura y la calidad de la atención.
“Varias organizaciones creemos que es inevitable revisar los esquemas de financiamiento que tienen los subsistemas de salud y tratar de aplicar impuestos saludables, es decir, impuestos a alimentos chatarras, bebidas azucaradas, alcohol, tabaco, que son los principales factores de riesgo; ahí hay una oportunidad para fortalecer las finanzas públicas”, afirma.
En el capítulo de abasto de insumos y medicamentos, el equipo de Shienbaum se compromete a incrementar el surtimiento de recetas a 95 por ciento, reducir el costo total de la compra de medicamentos en por lo menos 10 por ciento mediante reducción de costos unitarios y lograr una disminución promedio de 30 por ciento en precio de los 460 medicamentos esenciales listados por la OMS.
Datos de la organización Cero Desabasto muestran que el año pasado se llegó por primera vez a los niveles de recetas no surtidas que había antes de la pandemia, al pasar de 27.4 millones en 2021 a 7.5 millones en 2023, aunque el país sigue lejos de los 3.7 millones que había en 2018.
En su más reciente Radiografía del desabasto de medicamentos en México 2023, el organismo muestra que las dependencias con mayor rezago en surtimiento de recetas Son Sedena, con 73.9 por ciento, y Marina, con 84.3 por ciento. Los mejores números los poseen el ISSSTE (98.1 por ciento) y el IMSS (98 por ciento).
“Creo que las intenciones son buenas. No vamos a tener coberturas al 100 por ciento, pero es a lo que deberíamos aspirar: a que no falte ningún niño y niña sin protección, lo mismo con la atención en las comunidades básicas, que haya profesionales de salud, que haya garantía de atención”, comenta Andrés Castañeda, dirigente de Cero Desabasto.
El analista ve con buenos ojos la intención de reducir el gasto de bolsillo en la atención de primer nivel; sin embargo, acota “el gasto de bolsillo que se hace en segundo y tercer nivel son los gastos catastróficos, los que pueden llevar a la quiebra a una familia, y ahí no vemos que haya apoyos económicos”.
La meta final es reducir el número de personas que atienden sus necesidades de atención primaria en el sector privado
100 Pasos Para la Transformación
En materia de enfermedades crónico-degenerativas, el esquema de Sheinbaum propone reducir a la mitad el porcentaje de personas con hipertensión y diabetes que no están diagnosticadas; incrementar al doble el porcentaje de personas con hipertensión y diabetes que están en control y reducir en 20% la morbilidad de hipertensión, diabetes, prediabetes y falla renal.
La Ensanut 2022 muestra que cerca de 18 millones de mexicanos viven con diabetes, de las cuales, aproximadamente la mitad no sabe que la padece.
Se estima que en el país más de 30 millones de personas viven con hipertensión arterial; es decir, una de cada cuatro tiene este padecimiento, y 46 por ciento lo desconoce.
Para el experto en salud pública Éctor Jaime Ramírez, la selección de indicadores por parte del equipo entrante es atinada, aunque lo ideal hubiera sido incorporar métricas de mortalidad infantil, mortalidad materna y esperanza de vida al nacer, que son los rubros que se utilizan para comparar la calidad de los servicios médicos entre países.
El actual diputado federal del PAN y asesor de la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez en materia de salud sugiere además que las enfermedades del corazón deberían estar entre las prioridades del doctor Kershenobich, ya que están entre las tres primera causas de muerte después de los 25 años de edad.