Cuernavaca.— El gobernador Graco Ramírez se ‘destapó’ como aspirante a la PGR y sostuvo: “Hoy ser gobernador es estar incorporado a un equipo de alto riesgo. Soy abogado, tengo la tentación, quizás después de gobernador, dignamente sería un entusiasta fiscal —de la PGR— , ya vieron que sí tengo ganas”.
Así lo expresó en la inauguración de la Conferencia de Procuración de Justicia de la Zona Centro a la que acudieron los procuradores de justicia de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Morelos, así como el subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PRG, Gilberto Higuera Bernal, en representación de la procuradora Arely Gómez.
En las últimas semanas el gobernador, surgido de la alianza PRD-PT-Movimiento Ciudadano, confirmó su aspiración para contender por la Presidencia del país y dijo que buscaba una gran alianza de la izquierda en el país. En su intervención, Graco Ramírez reconoció que el nuevo sistema de justicia penal plantea grandes retos y las mayores fallas se encuentran en los servicios periciales y forenses, cuyos yerros han sido aprovechados por los abogados para liberar a un gran número de presuntos culpables.
Estos errores, precisó, fueron detectados en las fosas de un camposanto de Tetelcingo, municipio de Cuautla, al oriente del estado, donde se registró una mala práctica forense y la violación de protocolos, por lo que instó a actuar con rapidez y transparentar lo que hay ahí para que no se confunda la actividad criminal con fosas clandestinas con las comunes.
De acuerdo con especialistas forenses de la UAEM que trabajaron en la exhumación de 118 cadáveres, entre las irregularidades se cuenta el hallazgo de dos cuerpos plenamente identificados con pruebas genéticas, pero fueron arrojados sin ningún protocolo en un camposanto que carece de registro.
“El nuevo sistema de justicia obliga a fortalecer tribunales, la formación de jueces, para dar buenos resultados pero falta la parte acusatoria, robustecer a las fiscalías para su autonomía técnica, aunque el juzgador esté preparado, se rompe la cadena de custodia y la parte acusatoria no es consistente en las evidencias, no es culpa del juzgador, esto es una queja de un sistema muy laxo que deja libres a muchos”, dijo.