Nuestra predicción no podría estar más igualada a tres semanas de la votación. Donald Trump ha mejorado sus números por tercera semana, hasta dejar las elecciones en total ambivalencia: según el promedio de predicciones que llevamos un mes actualizando, Kamala Harris y su rival republicano tienen, cada uno, un 50% de opciones de ganar la presidencia.
Las predicciones coinciden en lo general, pero ahora las podemos dividir en dos grupos. Los modelos basados en encuestas, como los de FiveThirtyEight y Nate Silver colocan a Harris un poco por delante, con un 50% o 55% de opciones. Sin embargo, como puede verse en la tabla, Trump es el favorito en los mercado de predicción y en las apuestas.
Esta diferencia entre encuestas y mercados es interesante. Nos mantiene entretenidos a los entusiastas de los números electorales. Quién tiene razón, ¿sondeos o mercados? Yo confío más en los primeros, porque en los mercados se cuelan a veces apuestas que son deseos, no pronósticos. Pero en la práctica esta discusión importa poco. La diferencia es pequeña. Mi predicción personal sería decir, «Harris tiene un 52% de opciones de ganar», pero eso es prácticamente igual a decir que tiene un 48%.
Los movimientos siguen siendo mínimos. Hace tiempo que no veía unas elecciones así de estáticas. En las encuestas nacionales, Harris sigue tres puntos por encima de Trump en intención de voto. El mismo margen que tenía hace un mes. Además, como veremos en seguida, tampoco se ha clarificado la competición por los territorios que se prometen decisivos.
La situación en los Estados clave
Como ya explicamos, la elección depende en realidad del resultado en cada Estado. Para ganar en noviembre, los candidatos necesitan 270 delegados, o votos electorales, sumando los que reparte cada lugar, que van todos al candidato ganador de la circunscripción. Ahora mismo, Harris tiene 226 votos electorales probables o seguros, que son casi los mismos que Trump, que tiene 219. Los 93 restantes corresponden a los llamados Estados bisagra, o clave, marcados en gris en el mapa.
226 votos electorales
219 votos
Colorado 10
99% prob. Harris
Nueva Jersey 14
99% prob. Harris
Nueva York 28
99% prob. Harris
Maine 1 1
99% prob. Harris
California 54
99% prob. Harris
Connecticut 7
99% prob. Harris
Distrito de Columbia 3
99% prob. Harris
Delaware 3
99% prob. Harris
Illinois 19
99% prob. Harris
Massachusetts 11
99% prob. Harris
Maryland 10
99% prob. Harris
Oregon 8
99% prob. Harris
Rhode Island 4
99% prob. Harris
Vermont 3
99% prob. Harris
Washington 12
99% prob. Harris
Nuevo México 5
98% prob. Harris
Minnesota 10
97% prob. Harris
Virginia 13
94% prob. Harris
Nuevo Hampshire 4
94% prob. Harris
Nebraska 2 1
90% prob. Harris
Míchigan 15
64% prob. Harris
Wisconsin 10
60% prob. Harris
Pensilvania 19
55% prob. Harris
Nevada 6
55% prob. Harris
Arizona 11
54% prob. Trump
Georgia 16
53% prob. Trump
Carolina del Norte 16
55% prob. Trump
Maine 2 1
85% prob. Trump
Florida 30
89% prob. Trump
Alabama 9
99% prob. Trump
Arkansas 6
99% prob. Trump
Indiana 11
99% prob. Trump
Kentucky 8
99% prob. Trump
Luisiana 8
99% prob. Trump
Misuri 10
99% prob. Trump
Misisipi 6
99% prob. Trump
Montana 4
99% prob. Trump
Dakota del Norte 3
99% prob. Trump
Nebraska 2
99% prob. Trump
Nebraska 1 1
99% prob. Trump
Nebraska 3 1
99% prob. Trump
Oklahoma 7
99% prob. Trump
Carolina del Sur 9
99% prob. Trump
Dakota del Sur 3
99% prob. Trump
Tennessee 11
99% prob. Trump
Virginia Occidental 4
99% prob. Trump
Wyoming 3
99% prob. Trump
Harris sigue siendo ligeramente favorita en cuatro de los Estados clave, al menos según las encuestas y según los pronosticadores de Metaculus, que son las fuentes en la tabla anterior. La vicepresidenta está por delante en los tres Estados del cinturón del óxido —Míchigan, Wisconsin, Pensilvania—, que le valdrían para sumar los 270 votos electorales que necesita para ser presidenta. También tiene ventaja en Nevada, aunque al repartir solo seis votos electorales, ese territorio no le sirve para compensar una derrota en los otros.
Entonces, ¿por qué Harris no es más favorita? Primero, porque su ventaja en esos Estados es mínima. En Michigan y Pensilvania las encuestas solo le dan un punto de ventaja sobre Trump, que es una diferencia dentro del margen de error.
Pero hay algo más. Si las encuestas tienen a Harris delante en los Estados clave, ¿por qué los mercados y las apuestas le dan más opciones de victoria a Trump? Quizás esas predicciones están afectados por los deseos de algunos apostadores con mucho dinero. Pero también es posible que la gente que participa en esos mercados piense, con razón o sin ella, que es más probable que las encuestas subestimen a Trump que lo contrario. A menudo repiten un dato con alcance limitado —una estadística con una muestra de dos observaciones— pero que es cierto: los sondeos subestimaron a Trump en 2016 y también en 2020.