El organismo internacional recortó una décima su estimación del PIB global para 2025 a 3.2%, respecto de su previsión de julio. Así, la proyección para este año se mantuvo inalterada en 3.2%.
El Fondo Monetario Internacional rebajó su proyección del crecimiento mundial para el próximo año, no son advertir de una aceleración de los riesgos, que van desde las guerras hasta el proteccionismo comercial.
En la actualización de las Perspectivas de la economía mundial publicadas ayer, el organismo internacional recortó una décima su estimación del PIB global para 2025 a 3.2 por ciento, respecto de su previsión de julio. Así, la proyección para este año se mantuvo inalterada en 3.2 por ciento.
En este sentido, el FMI estimó que la inflación se desacelerará a 4.3 por ciento el próximo año, frente al 5.8 por ciento en 2024.
El fondo viene advirtiendo desde hace un par de años que es probable que la economía mundial se expanda a su mediocre nivel actual en el mediano plazo, demasiado poco para dar a las naciones los recursos necesarios para reducir la pobreza y enfrentar el cambio climático.
“Las últimas previsiones de crecimiento mundial para dentro de cinco años a partir de ahora muestran una tendencia mediocre de 3.1 por ciento, mientras que aumentan las vulnerabilidades financieras globales”, enfatizó el organismo financiero.
Acercan metas
Pierre-Olivier Gourinchas, director del departamento de investigación del FMI, dijo en conferencia que “entre las buenas noticias, la batalla contra la inflación casi se ha ganado, sin una recesión global: después de su repunte, a 9.4 por ciento interanual en el tercer trimestre de 2022, ahora proyectamos que la inflación general caerá a 3.5 por ciento para fines del próximo año”.
La inflación en la mayoría de los países ahora se mantiene cerca de los objetivos de los bancos centrales, abundó el experto.
En este sentido, el francés previó que el crecimiento de Estados Unidos se enfriará desde 2.8 por ciento en 2024 a 2.2 por ciento en 2025, mientras que otras economías avanzadas mostrarán signos de recuperación en su ciclo económico.
En las perspectivas actuales, el desempeño en Asia emergente se mantiene a pesar de la ligera revisión a la baja.
Por su parte, India crecerá 7 por ciento este año y 6.5 por ciento en 2025, mientras que China lo hará 4.8 y 4.5 por ciento; por su parte, Brasil crecerá 3 por ciento y 2.2 por ciento, respectivamente.
Tasas en orden
Pierre-Oliver Gourinchas expuso que las tasas de interés más bajas en las principales economías también aliviarán la presión sobre las economías de mercados emergentes.
El éxito exige aplicar, cuando sea necesario y sin demora, una estrategia sostenida de ajuste fiscal, subrayó el experto.
Sin embargo, advirtió que lo más difícil será el crecimiento y la respuesta a las reformas.
Reconoció que muchos países están implementando medidas de política industrial y comercial para proteger a los trabajadores domésticos y las industrias.
“En ocasiones, estas medidas pueden impulsar la inversión y la actividad en el corto plazo, pero a menudo conducen a represalias y, en última instancia, no logran mejoras sostenidas en los niveles de vida, por lo que deben evitarse”, recomendó.
En cambio, el crecimiento económico debe provenir de reformas internas ambiciosas que impulsen la innovación, aumenten el capital humano y mejoren la competencia y los recursos, recalcó.
El economista reconoció que se elevó la preocupación por la desconexión entre una mayor incertidumbre, especialmente relacionada con mayores riesgos geopolíticos, y la volatilidad de los mercados financieros.
“Tal desconexión hace que los shocks sean más probables, porque una alta tensión geopolítica podría desencadenar ventas masivas repentinas en los mercados financieros y hacer que la volatilidad regrese”, alertó.
Con información de Bloomberg.