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EL SOL DE CUERNAVACA: Va PRD por nuevo régimen

EN ENTREVISTA Guadalupe Acosta Naranjo, diputado perredista.

 

México necesita un cambio de régimen, y para eso hay que impulsar una reforma de Estado que impulse un sistema político democrático y plural, porque el Presidencialismo impuesto por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vive sus últimos momentos.

La prueba contundente de que el priísmo está agotado, son los resultados de las elecciones del pasado mes de julio, cuando en 18 estados apenas consiguió obtener entre 25 y 27 por ciento de la votación, afirma el diputado perredista Guadalupe Acosta Naranjo, fundador de la "no corriente" Iniciativa Galileos.

Entrevistado para El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla, Acosta Naranjo afirma que por eso están "empujando una alianza muy amplia, un frente donde no se excluya a nadie, que va desde el PAN hasta Morena, con quien se decida".

¿Incluido Andrés Manuel López Obrador?

Si Andrés Manuel cambia de actitud, claro que sí. Hasta hoy ha manifestado su poca o nula disposición para unirse con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el Partido del Trabajo (PT) y con Movimiento Ciudadano (MC), pero nosotros estamos listos para poder iniciar un diálogo y mostrar una unidad importante.

Si no es así, continuó, "ante la negativa de AMLO seguiremos buscando lo que hasta ahora ha funcionado: las alianzas con el PAN, a las cuales queremos incorporar al PT y a MC, partidos que han planteado la posibilidad de sumarse a estos esfuerzos".

Evidentemente, reflexiona, "tendríamos un campo más fácil de unidad con la izquierda, pero no depende de nosotros".

¿De quién depende, entonces?

Depende de Andrés Manuel López Obrador; de que él cambie su actitud. Si él no quiere, sería un gravísimo error del PRD ayudar a la dispersión de la oposición, por lo que haremos esfuerzos para evitar que esto suceda".

Si no cambia su actitud, "buscaremos las alianzas con el PAN, con partidos locales, organizaciones sociales, sindicales y con muchos ciudadanos; algo como lo que hicimos en 1988 con el Frente Democrático Nacional, cuando no había vetos y de pronto teníamos gente que venía del Partido Comunista, del PARM, del PRI... No pusimos el veto, la censura por delante, sino que fuimos construyendo la unidad entre los diferentes".

Explica que "unir a quienes pensamos exactamente lo mismo no es tan difícil; es hacer alianzas con espejos, pero las reales se construyen con quienes tenemos matices, diferencias, complejidades, para de alguna manera promover un programa que nos permita transitar hacia la democracia".

¿Qué pasó? Nuestro error en las anteriores coaliciones fue que llegamos a alternancias, pero no logramos el cambio de régimen, la verdadera transición democrática, algo en lo cual hoy tenemos que poner especial acento, afirma.

¿Ya existe un programa?

Estamos trabajando en él. Los primeros gobiernos lo van a expresar. El cuatro de octubre, en la toma de protesta de Javier Corral como gobernador de Chihuahua -a pesar de que el PRD no se sumó a su candidatura-, hemos estado trabajando en su programa de gobierno, que va a ser un referente para muchos acuerdos nacionales.

Estamos trabajando un Programa de gobierno que implica una profunda reforma del poder público, que tiene como objetivo acciones preferenciales hacia los más pobres, hacia quienes menos tienen, cambiando el régimen político, cambiando la política económica, poniendo atención a la gente que menos tiene.

A partir de ese programa, existirían las bases fundamentales para que distintos, diversos y a veces hasta encontrados, nos podamos unir y construir alianzas muy importantes hacia 2018.

¿Está agotado el sistema de gobierno actual?

Sí, definitivamente. El Presidencialismo ha llegado a su fin; estamos en su etapa final.

Vuelve a explicar:

"El país transitó de ser una nación gobernada por un partido durante más de 70 años a una donde la pluralidad se impregnó por todos lados: en los medios de comunicación, en las iglesias, en los partidos políticos, en los gobiernos estatales, en los gobiernos municipales... La pluralidad llegó para quedarse.

El PRI, en las últimas elecciones, las del mes de julio, sacó entre 25 y 27 por ciento de los votos, pero el sistema político se construyó constitucionalmente alrededor de un hombre fuerte, de una institución fuerte como la Presidencia de la República que, con facultades legales y metaconstitucionales, se convirtió en un fuerte presidencialismo.

Ahora que obtiene entre 25 y 27 por ciento de la votación quiere seguir funcionando con ese mecanismo y ya no es posible.

"Lo que tenemos que hacer es que la pluralidad, que ya está en la sociedad, se traslade al régimen político para adecuarlo a ella, y no queramos reveritr la pluralidad, como si eso fuera posible", continuó.

Después de 70 años de unipartidismo, a finales de los años 70 apareció el PAN y nos dijeron que íbamos al bipartidismo; a fin de los 80 apareció el PRD y entonces, por el tripartidismo.

El caso es que ahora, en 2016, a unos los gobierna el PRD, a otros el PAN y a unos más el Verde, el PRI, MC, Morena y algunos independientes. La pluralidad llegó para quedarse.

¿Nos encaminaríamos al Parlamentarismo?

En lo personal, soy partidario del sistema parlamentario, pero tal vez va a tener que ser un proceso de negociación con las otras fuerzas políticas. Se tiene que ver una mayor fuerza del Parlamento para nombrar a los gobiernos y para quitarlos, porque una nueva constitucionalidad tiene que decir cómo se forman, cómo funcionan y cómo desaparecen gobiernos plurares o gobiernos de coalición. Hacia allá deberíamos de ir.

Y otras facultades pasarlas a la sociedad de manera directa, como en vigilancia, en la lucha anticorrupción, en la pelea contra la impunidad, en las consultas de las reformas fundamentales de la Nación... Una parte de nuestro sistema político tiene que dar fuerza a la sociedad y otras al Parlamento y al Poder Judicial.

Eso ayudaría mucho a que los gobiernos que pudieran llegar con 25 o 27 por ciento de votos, mediante un acuerdo lograran una gobernabilidad mayor al 51 por ciento y, de esa manera, con políticas públicas registradas, con un debate abierto, no con una negociación subterránea sino arriba de la mesa, se puedan conformar gobiernos con mayor consenso social.

Esto implica un cambio de régimen y una reforma de Estado...

Soy presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales y el año próximo se van a cumplir 100 años de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que ya he presentado una propuesta de reforma constitucional que, junto con una de Agustín Basave y otras que están surgiendo, pueden ser la base de un debate para alcanzar el necesario cambio de régimen que requiere nuestro país.

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