El secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito y el obispo de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Cas-
tro, pidieron por separado a grupos delictivos y “a todos los que tengan la intención de alterar el orden”, una tregua durante las fiestas decembrinas a fin de
garantizar la paz para toda la población del estado.
Salgado Brito afirmó “todos queremos la paz”, al recordar la firma de un Pacto por la Paz entre la gobernadora, Margarita González Saravia y todas las iglesias de Morelos, aún antes de rendir protesta al cargo: “tuvo encuentros, tuvo diálogos con las distintas iglesias; “desde luego que coincidimos con todas las puestas y todos los esfuerzos que se encaminen a buscar la paz. Que nos involucremos todos los sectores sociales”.
En tal sentido, afirmó que una tregua debe darse con “todos los que tengan ánimo de alterar el orden; a los que tengan el propósito de lastimar, ofender, agredir o herir la dignidad, la libertad y la integridad física de las personas, les pedimos que, en estas fechas sobre todo, mantengan la calma y que contribuyan a que haya armonía, tranquilidad y paz”.
Previamente, Ramón Castro Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, confirmó que la iglesia católica ha solicitado al crimen organizado una tregua nacional de paz, a vísperas de la Navidad, por lo que confió que este próximo 24 y 25 de diciembre “Dios toque sus corazones” y no se susciten he chos violentos en todo el estado de Morelos.
El también obispo de Cuernavaca recordó que los sacerdotes respaldan “con profundo compromiso” el llamado realizado por la Arquidiócesis Primada de México, al recordar que esta iniciativa busca invitar al cese de la violencia armada y la comunicación hostil.
“En un país donde la violencia ha dejado dolorosas cicatrices en las familias y polarización entre los actores sociales, esta propuesta invita a reflexionar y actuar en favor de la reconciliación, el respeto y la dignidad humana”, informó.
En este sentido, Castro Castro confió que el cese de la violencia no sólo sea en este mes, sino que haya una conversión que manifieste la fuerza y el poder espiritual, por lo que suplicó que, por amor a Dios, a la Virgen y su familia, acepten la tregua y así demostrar que sí es posible encontrar la paz que anhela la población mexicana.
