CIUDAD DE MÉXICO.- La percepción de inseguridad en México aumentó 3.9% en el último año, revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por el Inegi, al pasar de 68% a 71.9% entre septiembre de 2015 y septiembre de 2016.
Es decir que, de acuerdo con estas cifras recabadas cada tres meses por el Inegi, siete de cada 10 mexicanos de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad resulta inseguro.
Por primera vez, la ENSU incluyó estimaciones representativas de 47 ciudades, de las cuales Ecatepec, Estado de México, es la que tuvo un mayor porcentaje de percepción de inseguridad, con un abrumador 95.3%.
Otras ciudades con altos porcentajes de percepción de inseguridad fueron la zona Oriente de la Ciudad de México (94.2%); Coatzacoalcos, Veracruz (93.4%); Acapulco, Guerrero (93.3%), y Villahermosa, Tabasco (90.7%).
En contraste, las ciudades cuya percepción de inseguridad resultó menor son: Mérida, Yucatán (33.2); Tepic, Nayarit (35.7); San Francisco de Campeche, Campeche (35.7); Puerto Vallarta, Jalisco (41.9), y Durango, Durango (42%).
Al presentar la ENSU, el Inegi precisó que ésta se basa en siete conceptos básicos de percepción, conocimiento y experiencias sobre el delito, y se elaboran las entrevistas en casa habitación a 300 personas por cada una de las 47 ciudades de interés y las cuatro regiones de la Ciudad de México.
Con base en las respuestas procesadas, se puede establecer que el lugar donde la gente se siente más insegura en todo el país, es en un cajero automático localizado en la vía pública, según dijeron 8 de cada 10 entrevistados, 1% más que hace tres meses.
Siete de cada 10 personas dijeron sentirse inseguras en el transporte público; 7 de cada 10 en el banco; 6 de cada 10 en la calle que habitualmente usa y 5 de cada 10 en el mercado.
Uno de los motivos por los que la gente dijo sentirse insegura en la ciudad que vive, es porque en su entorno presenció alguna conducta antisocial o incluso fue testigo de algún hecho delictivo.
Así, por ejemplo, 65.7% dijo haber presenciado el consumo de alcohol en las calles; un 62.9% fue testigo de un robo o asalto, 54.4% vio vandalismo, 42.4% detectó la venta o consumo de drogas; 36.9% observó actos de pandillerismo y el 33.3% fue testigo de disparos con armas de fuego (esta última conducta fue de las que más se incrementó: 10.3% respecto al año pasado).
Uno de las mediciones más importantes es la actitud de la gente ante la delincuencia. Según la ENSU, 61% de la población modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito.
En tanto, el 56.4% reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 49% cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche” y 32.3% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
Sobre el desempeño de las autoridades, la mejor calificada fue la Marina-Armada de México, pues 82% de los entrevistados dijo que su labor es “muy o algo efectiva”, seguida por el Ejército, con 79.5% de aceptación.
En tanto, la Gendarmería Nacional tuvo 67.9%; Policía Federal, 63%; Policía Estatal, 51%, y nuevamente la Policía Preventiva Municipal fue la peor calificada, pues apenas el 41.7% consideró que su labor es “muy o algo efectiva”.
Tres ciudades destacaron porque sus gobiernos fueron considerados como “muy o algo efectivos” para resolver los problemas más importantes: Nuevo Laredo, 49.7%; Mérida, 47.5%, y Campeche, con 45.9%. La media nacional fue de 21.8 por ciento.
Finalmente, al cuestionar sobre los problemas más importantes en su entorno, el 85.4% dijo que los baches en las calles; 69.7% señaló la delincuencia, y el 64.4% mencionó que el alumbrado público es insuficiente.