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Desaparecen esculturas por incultura y vandalismo

Desde los años 40, en Morelos la cultura y el arte han sido poco apreciados por las autoridades y por la propia ciudadanía. 

La causa principal de que el estado carezca de esculturas, pinturas y arte en general son los gobiernos poco interesados por invertir en cultura y el vandalismo, expresó el escultor y maestro de arte Jorge Cázares Ocampo. 

Después de haber formado parte de la sede del Poder Legislativo en la década de 1940 como parte principal de la fachada de lo que ahora es el Palacio de Cortés, dos estatuas de alabarderos (guardias imperiales armados de alabardas) se encuentran en los talleres de restauración de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en espera de ser exhibidas nuevamente al público. 

Dichas estatuas fueron colocadas cuando Morelos inició una transformación en todos sus aspectos, con la llegada del primer gobernador constitucional, Vicente Estrada Cajigal. 

Ante la precariedad económica por la que atravesaba la entidad, don Vicente le dio realce e importancia en todos los aspectos sin descuidar lo cultural. 

"Aún con la precariedad financiera hace arreglos, pinta murales, cambia muchas cosas que, por desgracia fueron desapareciendo. 

Morelos ha sido rico en la aportación cultural, pero con los cambios de gobierno se olvidan las obras que se implementaron". 

Jorge Cázares Ocampo, escultor e historiador, dijo que una de las causas principales de que las esculturas desaparezcan en el estado es el cambio de gobierno y la delincuencia.

Explicó que fue en el cambio de gobierno de Lauro Ortega cuando se perdieron de vista las estatuas de los alabarderos debido a que el entonces gobernador creó la sede actual del Congreso del Estado en la calle Mariano Matamoros. 

Todas las obras creadas en el gobierno fueron segregadas y abandonadas en bodegas u otros lugares.

Vinieron otros gobernantes, quienes hicieron poco porque era un Morelos posrevolucionario, con muchas deficiencias y carencias, además de que sus gobernantes tenían que lidiar con malas finanzas y desorden, dijo. 

Cázares Ocampo lamentó que Morelos tuviera una riqueza cultural plástica inmensa y que, al final, termine en bodegas, ya que no son valoradas por las nuevas generaciones.

No hay conciencia de la alta cultura; la riqueza con el tiempo se fue al piso por la Revolución. Se acabaron las esculturas físicas, así como las haciendas que generaban riqueza. 

"Lo más lastimoso es que no hay esa conciencia, como en otros estados. La Revolución vino a dar al traste al estado, había mucha rapiña, bandoleros y desorden social, al grado que Morelos es un estado difícil por todos esos acatamientos, lo que ha generado no tener valor en la cultura".

Cázares Ocampo refirió que es tanta la falta de respeto y amor al arte, que los gobiernos mueven y quitan de un lado a otro las piezas, como la escultura del general Pacheco. 

Otro ejemplo es la estatua de José María Morelos y Pavón, la cual se encontraba asentada en la Plaza de Armas y fue removida para darle prioridad a la venta y comercio informal, dejando un desorden debido a que no ha habido mano firme por los gobernantes ni se busca crear conciencia a la ciudadanía, finalizó.

http://www.oem.com.mx/elsoldecuernavaca/notas/n4299175.htm

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