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“Apoyaré en 2018 a quien me convenza”; Cárdenas habla sobre la corriente democrática

El excandidato presidencial asevera que está dispuesto a trabajar en favor de una candidatura si lo atraen sus propuestas y hay un posicionamiento público

CIUDAD DE MÉXICO.

El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano entró al juego electoral del 2018 al afirmar a Excélsior que trabajará en favor de la candidatura presidencial que lo convenza y se pronunció por la creación de un proyecto de nación con respaldo social y político para que se constituya una mayoría política, que pueda ser también electoral y cambie las cosas en el país.

 

“Primero quiero esperar a que haya candidatos, no es cosa de que digan ‘yo quiero ser’; hay N personas que han dicho ‘quiero ser’ en cada partido y fuera de los partidos. Ahora, ¿qué nos proponen? Yo quiero saber qué nos proponen, cuál es el compromiso público de cada quien y a partir de ahí es que yo daré mi voto o trabajaré en favor de una candidatura, si es que me convence, pero así en frío y nada más porque me digan ‘yo ofrezco ser el mejor’, bueno, no veo razón”.

En el marco de la conmemoración del 30 aniversario de la creación de la Corriente Democrática (CD) que fracturó al PRI de cara a las elecciones presidenciales de 1988, Cárdenas Solórzano, que en tres ocasiones contendió para la Presidencia de México, aceptó esta entrevista.

—¿Usted, como icono de esa ruptura en el PRI, está satisfecho con los cambios políticos que se han dado en estos 30 años?

—Yo creo que lo que no se ha logrado es vencer a los intereses que se oponen a un cambio profundo que el país está reclamando, esto es lo que no ha sido posible.

—¿Cómo cuáles, ingeniero?

—Primero, en vez de retroceder socialmente, avanzar, disminuir la desigualdad social, erradicar efectivamente la pobreza, tener una economía que crezca, tenemos treinta y tantos años con un muy escaso crecimiento económico e incluso con retrocesos en lo económico, como el error de diciembre, la caída de la economía entre 1994 y 95, y la caída muy fuerte, de la cual no acaba totalmente de recuperarse el país, que empieza con la crisis inmobiliaria de Estados Unidos en 2008.

       “Para no ir muy lejos —apunta el exjefe de Gobierno del desaparecido Distrito Federal—, tenemos las devaluaciones presentes, los recortes presupuestales a programas sociales en lo fundamental, y me parece que estos son retrocesos.

        “Una educación que no mejora en su calidad, una educación que no cubre ni siquiera cabalmente la educación básica, no ha logrado universalizar los grados de educación obligatoria, quizá la primaria podríamos pensar que ahí anda, pero ni en jardín de niños ni en secundaria, menos en media superior; tenemos rechazados por centenares, por miles en las universidades públicas, no ha habido inversión para ampliar la capacidad de la universidad pública.

         “Todo esto y sobre todo una economía que no crece, y una economía que, por ejemplo, en vez de avanzar en la industrialización pues ha cobrado mucho más fuerza en la industria extractiva, que es la venta de materia primas, de minerales, de petróleo crudo, en vez de que esos recursos pudieran industrializarse en el país, más allá de los desastres ecológicos que puedan estar ocasionando”.

Sin querer entrar en la recapitulación de la creación de la Corriente Democrática, “lo que sucedió en aquellos años es bien conocido”, dijo Cárdenas, quien se refirió a que a partir de la fractura del PRI mucha gente se sumó al Frente Democrático Nacional, con el cual participó como candidato presidencial en 1988 y que fue una coalición de varios partidos políticos de la época.

 Comicios de 1988

 Mencionó “el fraude electoral del 88, reconocido por el propio Miguel de la Madrid, presidente de la República, en su libro autobiográfico, y bueno, lo que vino después: la formación del PRD, con altas y bajas, hasta la elección del 97, que aparte de ganarse la jefatura de Gobierno de la capital del país y la Asamblea, con una fuerte mayoría, significó un cambio en realidad, un cambio cualitativo en las elecciones.

         “Yo diría que fueron las primeras elecciones que se respetaron cabalmente, no sólo en la ciudad, sino en el contexto nacional; hubo un cambio muy importante cuando los medios, televisión y radio, principalmente, se abrieron a la oposición. Antes de esa elección habían estado muy cerrados y vino este cambio, que fue muy importante.

         “Además —sigue el exgobernador del estado de Michoacán—, terminó por primera vez con la mayoría absoluta (del PRI) en la Cámara de Diputados, que no ha vuelto a darse y  bueno, la autonomía de la autoridad electoral. Me parece que fueron cambios muy importantes que se dieron a partir de entonces, podría considerar que ha habido avances, en lo que podemos considerar la democracia electoral”.

         Recordó que desde la elección de 1997 a la fecha en ninguna elección nacional ni local se ha cuestionado el conteo de los votos, aunque, dijo, “ha habido fuertes cuestionamientos por otras razones, como la intervención de altos funcionarios, incluso en su momento de (Vicente) Fox como presidente, en la elección. Tendría que haber sido anulada, no se atrevieron a anularla, pero si uno ve la argumentación, el dictamen del Tribunal Electoral, respecto a la elección de 2006, pues la conclusión lógica hubiera sido la anulación de la elección”.

Retroceso        

Cárdenas dijo que ha habido también numerosísimas denuncias de dinero sucio en las elecciones. “Me parece que estas son dos cuestiones que se tienen  que superar si realmente queremos que haya una auténtica democracia electoral; y hemos tenido un gravísimo retroceso en lo que podríamos llamar la democracia social.

         “Esto es que se han perdido empleos formales, ha aumentado la pobreza, ha aumentado a grados muy altos la desigualdad social, la cancelación de programas que tienden realmente a elevar las condiciones de vida de la población, en ese sentido creo que ha habido un fuerte retroceso en lo que podríamos llamar democracia social”.

—¿Cómo explicar, ingeniero, que el movimiento que encabezó hace 30 años haya tenido objetivos progresistas de izquierda y la alternancia que se dio en el 2000 haya sido hacia la derecha, con el PAN?

—Bueno, porque en este caso PRI y PAN han representado un mismo proyecto económico y un mismo proyecto de subordinación hacia el exterior y un mismo proyecto social. Esto es, los programas, tanto de las políticas de estado del PAN como del PRI, han sido socialmente excluyentes, concentradoras de la riqueza en grupos más reducidos y de franca entrega de muchos recursos del país a intereses ajenos.

—¿A la luz de la globalización, en el caso de México, cree que hay posibilidades de un cambio al sistema económico?

—Yo creo que sí, gobiernos que han tenido una amplia base popular,  Brasil durante 13 años, Ecuador, Uruguay, un país pequeño en otras condiciones, pero son países que han podido o pueden mantener políticas independientes, esto es políticas que favorecen su crecimiento económico y favorecen el crecimiento social, entonces, si se ha podido hacer en otras partes; no veo porque aquí no pueda haber una política de crecimiento económico, por qué aquí no puede haber una política de fomento a la industrialización. Vamos, no estamos hablando de cuestiones ideológicas, no estamos hablando de cambiar estructuras económicas fundamentales, ni salirse de las economías de mercado, pero si se aplican otro tipo de políticas, si se tiene como objetivo la creación de empleos formales, pues bueno otro gallo cantaría.

        En ese sentido, Cárdenas mencionó que Corriente Democrática no emergió solamente por asuntos electorales, sino que planteaba un cambio de modelo económico, social y político.

         “Y la búsqueda de inserción en todo este proceso de globalización en la parte favorable y no en la desfavorable. Esto es porque ahí funcionan la concentración de las riquezas y también donde hay un mejor reparto de la riqueza pública, que yo no digo que sea perfecto en ningún caso, pero digamos las diferencias que aquí hay, por ejemplo entre quienes más ingresan y entre quienes menos tienen, es abismal”.

—La mayoría entendió que la Corriente Democrática solamente tenía fundamentos electorales

—Bueno, yo podría decir si en el 88 la Corriente Democrática o incluso el Frente Democrático Nacional hubiera querido posiciones políticas o administrativas, seguramente las hubiéramos obtenido. Pero eso hubiera sido entregar principios, pasar por encima de principios y acogerse a tener una posición política o administrativa cómoda y punto.

—¿Cuál es el sentimiento que tiene al haberle generado el boquete al PRI a partir del cual cambió la historia del país?

—Yo creo que más que el boquete al PRI, lo que importa es poder lograr lo que no se ha logrado y que es en lo que estamos trabajando muchos, despacio y no sin dificultades: que es tratar de tener un programa, una propuesta clara, un proyecto de nación distinto al que tenemos actualmente y al mismo tiempo lograr que ese proyecto tenga un verdadero respaldo social y político, que se constituya una mayoría política, que en un momento puede ser una mayoría electoral que cambie las cosas, de otro modo no basta con presentar incluso el mejor programa si este no trae un respaldo suficientemente fuerte”.

Derecho a discrepar

 

En mayo de 1986, Porfirio Muñoz Ledo tuvo un acercamiento con el entonces gobernador de Michocán, Cuauhtémoc Cárdenas, en el estacionamiento del Auditorio Nacional a la salida del Consejo Nacional Extraordinario del PRI.

La fecha de ese encuentro fue la misma en que Muñoz Ledo declaró a Excélsior lo que entonces parecía improbable: salirse de la lí- nea presidencial.

En la primera plana de El Periódico de la Vida Nacional del 23 de mayo está el título que dice: “Pide Muñoz L. desterrar el tapadismo de la sucesión presidencial”.

El entonces priista decía que deberían desterrarse de la sucesión presidencial todos los métodos anacrónicos y arcaicos, como el tapadismo.

La reunión con Cárdenas y otros políticos priistas se repitió en otras ocasiones en un restaurante y en la casa de Ifigenia Martínez, diputada federal de 1976 a 1979.

Tras varios debates, el 1 de octubre de 1986 nació el primer documento oficial de la Corriente Democrática, que tienía como objetivo democratizar al Partido Revolucionario Institucional, pero que sentó las bases para la democratización de México.

Ámbito: 
Nacional
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