Medio centenar de integrantes de un cuerpo de élite del Ejército cercaron durante cerca de nueve horas las instalaciones de la policía ministerial para revisar el armamento de los agentes e interrogarlos, luego de la emboscada en la que murieron cinco soldados a finales de septiembre.
Los elementos castrenses confiscaron teléfonos celulares de 35 agentes ministeriales y al resto les revisaron llamadas y mensajes de texto de sus aparatos de comunicación.
El operativo se inició a las 19 horas del lunes y terminó a las 4 de la madrugada del martes; durante esta acción un carril del bulevar Zapata fue cerrado por ocho patrullas.
Los escoltas del procurador general de Justicia del estado, del secretario de seguridad pública y del coordinador de seguridad, así como todos los ministeriales –incluidos los que estaban en día de descanso– fueron sometidos a estas revisiones.
Uno a uno los policías fueron llegando a las instalaciones de la corporación, mientras los militares mantenían vigilancia en la zona. En el operativo participó personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) de la Procuraduría General de la República (PGR).
Por otra parte, la PGR informó que investiga a 35 elementos de la policía estatal de Sinaloa por su presunto involucramiento en el ataque a elementos del Ejercito Mexicano el pasado 30 de septiembre en Culiacán.
Funcionarios federales señalaron que tras la revisión de armamento, se decidió llevar a cabo una investigación más profunda para deslindar responsabilidades de los 35 policías que estaban de guardia la madrugada en que ocurrió la agresión. Las autoridades sospechan que los policías sinaloenses colaboraron con grupos de narcotraficantes para realizar la emboscada.
(Gustavo Castillo)