Aunque hay pobladores que afirman que bajo el suelo de la cabecera municipal, donde se prevé edificar el complejo, existen al menos tres túneles que podrían albergar vestigios prehispánicos, la alcaldesa María de Jesús Vital Díaz ha insistido en que la construcción del mercado no se detendrá.
Primer enfrentamiento
Luego de que la presidenta municipal reiterara sus intenciones durante la celebración de la última Fiesta del Maíz, habitantes de la cabecera de Totolapan despertaron la mañana de ayer con la intención de resguardar el área de la construcción, un predio en el que antiguamente se ubicaba la primaria Netzahualcóyotl.
Cerca del mediodía, los pobladores reportaron agresiones por un grupo proveniente de la comunidad de Nepopualco. Según sus declaraciones, estos habrían sido contratados por las autoridades municipales para replegar la vigilancia que habían instalado en el área. Durante ese primer enfrentamiento, cinco personas resultaron lesionadas, entre ellas una niña de aproximadamente 10 años de edad.
Segundo enfrentamiento
Inmediatamente después de las primeras agresiones, los simpatizantes del Comité del Rescate de los Túneles anunciaron que bloquearían la carretera federal México-Cuautla, a la altura del kilómetro 88 (municipio de Atlatlahucan), para exigir la intervención de las autoridades en el conflicto.
Lejos de conseguir lo que buscaban, los manifestantes fueron custodiados por un grupo de policías del Mando Único, quienes no pudieron evitar un segundo enfrentamiento sobre la carretera, en el que al menos diez personas, golpeadas por pobladores de Nepopualco, tuvieron que ser trasladadas al Hospital General de Cuautla.
Playeras rasgadas, cabezas sangrantes, gritos, lágrimas y manchas de sangre sobre el asfalto. Las cartulinas con las que habían protestado minutos antes estaban ahora en el suelo.
"No es justo que la presidenta nos esté atacando de esta manera. Estamos hartos de tanta corrupción y no se vale que, a puño, nos quieran hacer entender cosas en las que nosotros tenemos la razón", se quejó una de las habitantes.
El Comité Ciudadano afirma que un estudio realizado en el área sí logra demostrar la presencia de los túneles. En su momento, los pobladores reunieron dinero para contratar a una empresa independiente dedicada a la búsqueda de tesoros, cuyos resultados habrían validado sus sospechas. Sin embargo, hasta el momento se desconocen las conclusiones del examen realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia con un georradar.
Tercer enfrentamiento
Enardecidos por los golpes que recibieron en la carretera federal, los pobladores se trasladaron de nueva cuenta hacia la explanada municipal, donde acordaron armarse con palos y machetes y responder a las agresiones que se registraron en el transcurso del día.
Con los ojos brillando de coraje y levantando sus machetes en lo alto, golpearon a un hombre de mediana edad que se encontraba sentado en una jardinera, cuyo hijo, de aproximadamente diez años, comenzó a gritar para evitar que su padre fuera herido.
Por la forma en que recibió los golpes, con el costado de los machetes y no con el filo, el hombre pudo levantarse consciente del suelo, donde fue pateado, y reencontrarse con su hijo, aunque parte de su sangre quedó encharcada en el suelo.
Amenazas a reporteros
Tras correr hacia la presidencia municipal para atacar a los granaderos que estaban resguardándola, algunos habitantes exigieron a los reporteros presentes dejar de tomar fotos y videos de las agresiones, y amenazaron con atacarlos en caso de que desatendieran su indicación.
Al fondo, un grupo de personas volteaba patrullas policiacas. Corriendo hacia el costado izquierdo de la alcaldía, incendiaron las estructuras que seguían en pie tras la finalización de la Fiesta del Maíz, una celebración en la cual la población agradeció a la Madre Tierra y la Cúpula Celeste por un año de buenas cosechas, concluida apenas el anterior sábado.
Al cierre de esta edición, los habitantes habían logrado replegar a un grupo de granaderos y empezaban a agruparse en los accesos al pueblo.