Al presentar un informe sobre la situación de los menores centroamericanos en México, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, dijo que es necesario ‘‘revisar’’ el Programa Frontera Sur, política que aplica el gobierno mexicano para contener el flujo migratorio centroamericano hacia Estados Unidos.
El ombudsman nacional informó que en 2015 las entidades federativas con mayor número de detenciones de este grupo fueron Chiapas, Veracruz y Tabasco, con 43, 16 y 10 por ciento, respectivamente. Es decir, casi 70 por ciento de las capturas se realizaron en esos tres estados.
Además, detalló que 97.6 por ciento de los menores y adolescentes no acompañados detenidos provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador, países que forman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica.
González Pérez, quien estuvo acompañado por Édgar Corzo Sosa, quinto visitador de la CNDH, responsable de este tema, precisó que las cifras mencionadas sólo registran a los menores no acompañados, pues el universo total de los detenidos –entre acompañados y no– suma 36 mil 174 niñas, niños y adolescentes migrantes tan sólo en 2015.
Añadió que otra cifra alarmante es que sólo 12 mil 414 de ellos fueron canalizados a alguno de los albergues del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), tanto municipales como estatales. Esto significa, agregó, que prácticamente en 68 por ciento de los casos son detenidos en los mismos espacios y bajo las mismas condiciones que los adultos.
‘‘En consecuencia, es claro que en la mayoría de los casos las autoridades actúan sin determinar, considerar y proteger el interés superior de la infancia y la adolescencia, lo cual constituye en sí misma una violación a sus derechos humanos’’, dijo el presidente de la CNDH.
En la conferencia, el ombudsman reconoció que ante el cambio de rutas migratorias, producto del aumento en las detenciones, no existen registros claros del número de menores no acompañados.
Esto, dijo, ‘‘genera un entorno propicio para que se violen sus derechos humanos y sean objeto de violencia y abusos, además de que pueden ser captados con mayor facilidad por el crimen organizado’’.
De acuerdo con el informe, los motivos de la migración de los menores se deben en 48.6 por ciento de los casos a la situación de violencia en sus lugares de origen; 22.2, porque buscan la reunificación familiar, y 29.2 por ciento a motivos económicos.