La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) asegura que México “atraviesa una crisis de derechos humanos” en un contexto de violencia e inseguridad desde hace varios años, y si bien el gobierno mexicano ha realizado reformas constitucionales “importantes” desde 2011 para combatir la “desaparición forzada” y desterrar “la tortura”, la respuesta del Estado sigue marcada por “deficiencias en su implementación y niveles críticos de impunidad”. En su informe sobre México, la CIDH señala que existe “especial preocupación” por el elevado índice de denuncias sobre “desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y tortura, así como la situación de inseguridad de las mujeres, la niñez, las personas migrantes, defensoras de derechos humanos y periodistas, quienes son víctimas de asesinatos, desapariciones, secuestros, tortura, amenazas y hostigamientos”. Con base en el monitoreo que la CIDH realiza de México en cumplimiento de su mandato —incluyendo la visita que realizó del 28 de septiembre al 2 de octubre de 2015—, los responsables del informe subrayan que los errores o engaños en las investigaciones oficiales sobre desapariciones “son muy graves y múltiples”. “Muchos casos de desaparición no se denuncian debido a la desconfianza de los familiares en la capacidad de respuesta del Estado o su temor a sufrir represalias, y en los casos donde sí hay denuncia la respuesta de las autoridades presenta graves deficiencias”, expone el informe. “En México hay 26 mil 798 casos de personas no localizadas y muchos son desapariciones forzadas, con intervención de agentes del Estado, cada caso es muy grave”, expuso