Por la mañana, el mandatario federal sostuvo una conversación telefónica con su homólogo estadunidense, Barack Obama, en la cual coincidieron en destacar la importancia del fortalecimiento de la relación bilateral.
En acuerdo celebrado apenas un día después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en entrevista para el programa 60 minutos –de la cadena CBS– su pretensión de deportar a 3 millones de mexicanos una vez que llegue a la Casa Blanca, Peña Nieto pidió a la canciller proporcionar a los connacionales residentes en Estados Unidos información precisa de todos los servicios que la extensa red consular mexicana en este país les puede ofrecer.
A casi una semana de la realización de las elecciones en Estados Unidos, que dieron un vuelco político en ese país, Peña Nieto y Obama abordaron el fortalecimiento de las relaciones comerciales bilaterales, el reforzamiento del combate al crimen organizado y la importancia de la cooperación para beneficio de la población de ambas naciones.
De acuerdo con la información que dieron a conocer –por separado– tanto la Casa Blanca como la Presidencia de la República, en lo que podría ser la última conversación telefónica entre los dos mandatarios, Peña Nieto elogió a Obama ‘‘por ser un amigo incondicional del pueblo de México y un socio comprometido’’.
En su oportunidad, Obama resaltó la importancia que tiene para Estados Unidos la relación y colaboración con México, algo que su administración, puntualizó, valora mucho. Ambos expresaron su confianza en los mecanismos que rigen la cooperación institucional bilateral en beneficio de la población de México y Estados Unidos.
Entrevistada en el contexto de la recepción oficial en Palacio Nacional al presidente de Panamá, Juan Carlos Valera, Ruiz Massieu señaló que durante la conversación se abordaron los temas centrales de la agenda que conjuntamente ambos países han manejado durante los pasados cuatro años, en la que, dijo, sobresalen asuntos como la necesidad de consolidar una frontera segura.
Ruiz Massieu refirió que en este periodo México y Estados Unidos se han enfocado a lograr que la zona fronteriza sea una región ‘‘eficiente, moderna, ordenada, que es lo que queremos’’. En la relación se busca que la zona sea más competitiva y con mayores inversiones en infraestructura fronteriza, pero también favoreciendo la promoción de la movilidad académica y otros aspectos que interesan en la agenda bilateral.
A lo largo de este año, ambos mandatarios han sostenido varios encuentros; el más reciente se efectuó en julio pasado, cuando el presidente Peña Nieto visitó la Casa Blanca.
En ese encuentro, realizado en los albores de la campaña presidencial estadunidese, Obama subrayó la importancia que tenía para Estados Unidos que México tenga una economía saludable y robusta, porque eso hace mucho más por resolver cualquier problema o crisis migratoria o problema de trafico de drogas que la construcción de cualquier muro.
La conversación telefónica de este lunes tuvo un contexto radicalmente distinto, tras la elección de Trump como presidente de Estados Unidos y su pretensión de construir un muro en la frontera entre ambos países.
Durante la cumbre del G-20, efectuada en China, Obama y Peña Nieto tuvieron un breve encuentro en septiembre –poco después de la visita de Trump a México–, situación que podría repetirse este fin de semana durante la reunión en Lima, Perú.