La SSa acude a una medida inédita contra un padecimiento no contagioso
La alta prevalencia de la diabetes entre la población adulta de nuestro país detonó ayer la primera emergencia epidemiológica relacionada con padecimientos no contagiosos.
La diabetes y la obesidad ya son motivo de acciones emergentes que tratarán, primero, de contener el incremento de estos males, para después, en algún tiempo, tratar de reducir su presencia en la población del país.
Este lunes, la Secretaría de Salud emitió la declaratoria de emergencia epidemiológica por diabetes mellitus y otra para sobrepeso y obesidad.
En conferencia de prensa, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri Morales, hizo el anuncio, en tanto el secretario Narro hacía lo propio en radio y televisión, además de aprovechar para el mismo efecto las giras programadas por el interior de la República.
Kuri señaló que ésta es la primera vez en la historia del país que se emite una declaratoria de emergencia sanitaria por una enfermedad crónica y no una infecciosa (todos recordamos el caso de la influenza).
Esta decisión tiene base en datos de la Encuesta Nacional de Salud 2012, cuando se detectaron 6.4 millones de diabéticos, aunque a la fecha la cifra puede ser mucho mayor, prácticamente el doble, por los casos no diagnosticados y el alarmante incremento en los niveles de obesidad y sobrepeso.
La emergencia quedará vigente por lo menos hasta el cierre de la presente administración. Hasta entonces se podrán medir los primeros resultados. Se estima que 25 por ciento de los pacientes diabéticos están adecuadamente controlados con atención médica; se buscará incrementar esta cifra a 40 por ciento del total de enfermos diabéticos.
Una tarea de primer orden es encontrar a quienes aún no saben que están enfermos y diagnosticarlos en el primer nivel de atención médica. Asimismo, se contempla capacitación de todo el personal médico, enfermeras y trabajadoras sociales, para que sepan detectar estos casos y canalizarlos de inmediato al médico.
Así, en el marco del Día Mundial de la Diabetes, Kuri Morales debió advertir que en 2015, 98 mil 450 personas murieron por causas relacionadas con la diabetes, es decir, un incremento de cuatro mil muertes más respecto a 2014. La alerta está activada.
EL PAÍS DE LOS GORDITOS. Kuri Morales recordó que la diabetes está directamente relacionada al sobrepeso y a la obesidad. Y aquí está el verdadero problema: 7 de cada 10 adultos del país (55 millones de mexicanos) y tres de cada 10 niños tienen este problema.
Esta situación, abundó el funcionario federal, se estuvo incubando a lo largo de 3 o 4 décadas al menos; por ello, el plan contingente no tiene como meta inicial la eliminación de la obesidad o disminuirla, sino detener el incremento.
“No debemos acostumbrarnos a estas cifras de diabetes como algo que ahí está. Para poner un ejemplo claro de este problema, es como si todos los días en un Estadio Azteca lleno de gente murieran todos juntos. Suena impactante, ¿no?, pues lo es, esa es la cantidad de personas que murieren por diabetes al año”, señaló Kuri al anunciar las emergencias de salud.
La declaratoria tiene carácter nacional e incluye a todas las dependencias de los tres niveles de gobierno. Buscará apuntalar las acciones de la Estrategia Nacional para la Prevención del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, lanzada el 31 de octubre de 2013, en sus tres pilares: salud pública, atención médica y regulación y política fiscal.
Además hay objetivos de “retención de pacientes”, es decir, lograr que regresen a sus consultas. A la par, debe garantizarse abasto suficiente para que todas las unidades médicas cuenten con tiras reactivas para la medición de glucosa en sangre capilar, hemoglobina glicosilada y perfil de lípidos. Hubo una compra centralizada en la que ya participaron 23 entidades federativas.
“Queremos que la sociedad tome mayor conciencia del problema y actúe en lo que compete al autocuidado de la salud, atención a quien ya tiene diabetes y un manejo clínico y control metabólico, para que se reduzca el impacto reflejado en las defunciones por este padecimiento.
Para la detección temprana, se hará un esfuerzo particular con las personas obesas y quienes tienen factores genéticos en contra (quien tiene padres diabéticos corren más riesgos de contraer el mal).
La declaratoria implica que la Secretaría de Salud, el IMSS, ISSSTE, Pemex y Fuerzas Armadas tratarán de atender el tema en el primer contacto con el paciente (las clínicas no especializadas) y evitar que, por descuido, evolucione hasta las complicaciones más severas.
Crisis en salud
El Subcomité de Enfermedades Emergentes, en sesión extraordinaria del 1 de noviembre, llamó al secretario de Salud a emitir la declaratoria de emergencia. Al decretarse la emergencia, se hace patente que la enfermedad pone en riesgo a la pobación y constituye un riesgo latente para el futuro de la nación.
El Subcomité, como instancia técnica, análizó los siguientes datos: 6.4 millones de diagnósticos de diabetes mellitus 2 en pacientes que fueron derivados a tratamientos; de este total, sólo 25 por ciento tenía un control metabólico adecuado, el resto corría el riesgo de que la salud continuara un grave deterioro por atención tardía.
Organismos internacionales estiman que 11.5 millones de adultos mexicanos viven con diabetes. El análisis hace temer que un 75 por ciento de ellos llegue a algún servicio de salud muy tarde para evitar que el descontrol metabólico conduzca a riesgos como pérdida de la vista o amputaciones.
En 2013 la diabetes se convirtió en la primera causa de muerte en México. En países donde la diabetes se ha propagado, se convirtió en la principal causa de ceguera y amputación de extremidades inferiores.
El costo por atención inoportuna de la diabetes es muy alto en lo económico (atención médica y pérdidas de horas-hombre laborales)
Obesidad
El sobrepeso, la obesidad y la inactividad física, signos del México moderno, son el detonante de la emergencia epidemiológica
DIABETES
Es una enfermedad crónica que aparece cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, esto implica que el cuerpo no es capaz de procesar adecuadamente los nutrientes. La glucosa (azúcar en la sangre) no puede ser convertida en energía y tiende a acumularse