Como una manera de revertir la crisis financiera y el deficiente servicio que presta el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), el centro de investigación "Morelos Rinde Cuentas" delineó siete propuestas, con la finalidad de que el organismo pueda obtener al menos 300 millones de pesos (mdp) anuales adicionales.
Las estrategias incluyen eliminar pagos en efectivo en las oficinas, terminar con descuentos complementarios, suprimir cuentas clandestinas, instalar medidores y, sobre todo, congelar plazas, porque en la actualidad hay 600 empleados, cuando el sistema podría operar con 250 máximo.
Los responsables del análisis, Vera Sisniega, Roberto Salinas, Aida Alanís, Juan Citrón y Roberto Newell, expusieron que uno de los primeros planteamientos es eliminar los pagos en efectivo, y es que las cuentas del organismo tienen inconsistencias financieras.
Detallaron que el número de usuarios varía permanentemente y al solicitar información al respecto, encontraron cinco mil cuentas que no estaban registradas en las bases de datos meses atrás; por supuesto que no hubo explicación alguna de nadie, indicaron.
Otro aspecto urgente que no han llevado a cabo las autoridades es reclasificar las cuentas. "Si por una parte el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) registra un total de 24 mil 669 negocios en Cuernavaca, sólo ocho mil 257 pagan el agua con tarifa comercial. Además, el servicio habitacional es 43 por ciento menor al anterior, y si todos los negocios de la ciudad pagaran el agua con cuota comercial, el SAPAC podría recibir 171 millones de pesos adicionales".
Asimismo, el grupo de ciudadanos refirió que es apremiante acabar con los descuentos discrecionales. En 2015, el SAPAC dejó de recibir 53 mdp debido a las bonificaciones, "es decir, los directivos tienen que perder la facultad de autorizar rebajas, si esto se hace el organismo obtendría 35 millones de pesos".
Agregaron que es necesario eliminar las tomas clandestinas, toda vez que 15 por ciento del agua que consume la ciudad no se factura. También, la autoridad está obligada a instalar medidores, porque sólo 43 por ciento de los usuarios tienen medidor; para el resto, es decir 57 por ciento, se aplica una tarifa mediante el cálculo.
Lo peor, dijeron los integrantes de "Morelos Rinde Cuentas", es que no se han congelado las plazas laborales. A diferencia de otros organismos que operan en México, el SAPAC podría funcionar con 250 empleados, pero la nómina es de 600, o sea que 50 por ciento de sus recursos están destinados al pago de salarios.
En el estudio denominado "Del caos a la eficiencia: Siete propuestas para mejorar el SAPAC", los ciudadanos recriminaron que a pesar de las necesidades no existe inversión en infraestructura y mucho menos proyectos para cambiar el servicio, todo por la "deficiente administración del organismo, convertido desde hace mucho en una caja chica".