Su hermano y actual mandatario anunció poco antes de la medianoche el fallecimiento del máximo líder de la Revolución Cubana a los 90 años.
La Habana
Fidel Castro, el padre de la Revolución Cubana y uno de los protagonistas del siglo XX, murió a los 90 años, anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, en un mensaje que tomó por sorpresa al mundo poco antes de la medianoche del viernes.
El mensaje de Raúl Castro inicia con un "querido pueblo de Cuba" para continuar expresando su pesar afirmando que, "con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo y a los amigos de nuestra América y del mundo, que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 10:29 horas de la noche, falleció el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz".
El actual mandatario termina su alocución expresando que "en cumplimiento a la voluntad expresa del Compañero Fidel, sus restos serán cremados. En las primeras horas de mañana sábado 26 la comisión organizadora de los funerales, brindará a nuestro pueblo una información detallada sobre la organización del homenaje póstumo que se le tributará al fundador de la Revolución Cubana".
Raúl Castro remata con la frase revolucionaria: "¡Hasta la victoria siempre!"
Hasta esta madrugada, no se conocían detalles sobre las circunstancias que rodearon su deceso.
Fidel Castro había cumplido 90 años el 13 de agosto. La vejez y las secuelas de la enfermedad lo habían diezmado, pero con su sola presencia ejercía gran influencia en la isla que moldeó con mano de hierro.
Su deceso tomó en pijamas a la mayoría de cubanos. Marco Antonio Díaz, de 20 años, contó que estaba en una fiesta en La Habana cuando, de repente, detuvieron la música para dar a conocer la noticia. La celebración terminó abruptamente.
"Regresé a casa y desperté a todo mundo: 'Murió Fidel'. Mi mamá quedó pasmada", contó a la agencia de noticias francesa AFP este trabajador de una lavadora de autos.
Figura legendaria del último siglo, Fidel se proyectó al mundo desde la pequeña isla de Cuba, donde ejerció un poder absoluto.
El líder de la guerrilla de rebeldes barbudos que triunfó en 1959, había cedido el poder a su hermano en 2006 a causa de una crisis intestinal que lo tuvo al borde de la muerte.
En febrero de 2008 renunció definitivamente a la presidencia de Cuba y en abril de 2011 a la jefatura del gobernante Partido Comunista (único).
Bajo su gobierno, más de un millón y medio de cubanos abandonaron la isla por razones políticas y económicas, y se radicaron principalmente en Miami (Estados Unidos), desde donde los más feroces anticastristas organizaron o apoyaron conspiraciones y planes de asesinato en su contra, a veces en complicidad con la CIA (Agencia Central de Inteligencia).
A lo largo de 40 años (1958-2000) escapó a 634 complots asesinos, según escribió Fabián Escalante, ex jefe de inteligencia cubano, en Cubadebate.
Con su salida del poder, se abrió una nueva etapa en la historia de Cuba marcada por una cauta apertura económica, pero manteniendo siempre el gobierno de partido único que todavía es criticado por violaciones de derechos humanos.
Cinco años menor, y fiel a la línea política de su hermano y mentor, Raúl Castro se esmeró en reformar el ineficiente y agotado modelo socialista de corte soviético.
Vivió lo suficiente para ver a Raúl Castro negociar una reconciliación diplomática histórica con el presidente estadunidense Barack Obama el 17 de diciembre de 2014, cuando Washington y La Habana anunciaron la restauración de relaciones entre los dos países suspendidas en 1961.
En una carta publicada tras un mes de silencio, bendijo el histórico acuerdo con su eterno enemigo.
Ambos países abrieron sus respectivas embajadas en julio de 2015 por lo que desde su retiro vio como la bandera estadunidense volvía a ondear junto al Malecón de La Habana. Obama visitó la capital cubana en marzo de 2016, otro hito en las relaciones entre ambos países.
El miércoles de la semana pasada circuló la que podría ser su última foto en vida. Entonces apareció, en su ya habitual chamarra deportiva blanca, junto al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang.
En abril, en la clausura del Congreso del Partido Comunista Cubano, había pronunciado un discurso con aires de despedida.
"Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno", dijo.
Serenidad en La Habana
Tras anunciarse la muerte de Fidel Castro, las calles de La Habana se mantuvieron tranquilas y el silencio era la característica general.
La web oficial Cubadebate, donde Fidel Castro solía publicar sus artículos de análisis político conocidos como "Reflexiones de Fidel", tenía en portada una fotografía del político cubano con el lema ¡Hasta siempre, comandante!
La Agencia Cubana de Noticas publicó en portada el mensaje de Raúl Castro anunciando el fallecimiento, que también fue la principal noticia de la agencia estatal Prensa Latina.
Las emisoras de radio mantuvieron una programación normal y tan solo emitían dos canales estatales de televisión que fueron interrumpidos para emitir en cadena imágenes sobre momentos históricos de la vida de Fidel Castro.
"Disciplina, lealtad y coraje" era el título de portada del periódico Granma, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, en referencia al 60 aniversario del inicio de la expedición de Fidel Castro desde México para luchar contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Tras el anuncio, los bares y restaurantes iban cerrando sus puertas y el tráfico en la ciudad era más frecuente que en cualquier noche de viernes, la mayoría de los cubanos iban a sus casas para conocer más datos sobre la noticia.
Rápidamente, las redes sociales se inundaron de mensajes que expresaban sorpresa y consternación por la noticia sucedida en la noche del viernes.
Festejos en Miami
Pero si en la isla, la mesura y el silencio dominaban, en las calles de Miami y de manera espontánea, miles de exiliados cubanos salieron esta madrugada, tras conocer la noticia de la muerte de Fidel Castro, haciendo sonar las bocinas de sus autos y ruidosas cacerolas.
"La muerte de Fidel representa la muerte de casi 60 años de angustia de un pueblo", dijo a Notimex el cubano Humberto García, a punto de las lágrimas. "Aunque no me gusta celebrar la muerte de nadie, (...) sin duda hay regocijo", enfatizó.
El epicentro de la espontánea manifestación es el popular restaurante Versalles en la Calle Ocho, en donde suelen reunirse el exilio cubano para diversas manifestaciones.
Los exiliados cubanos subieron a los toldos de sus coches ondeando banderas cubanas azules y rojas de diversos tamaños, mientras gritaban "olé olé olá... olé olé olá" y lanzaban gritos.
Los manifestantes también hicieron sonar tambores y bailaban con los acordes de diversos sones cubanos, un día después de que EU celebrara el Día de Acción de Gracias.
Entrevistado por Notimex sobre la muerte de quien fuera el máximo líder histórico de la Revolución Cubana, otro exiliado de nombre Lester Pérez, de 37 años de edad, manifestó: "Esto es lo mejor que pudo haber pasado para nosotros los cubanos".
"Por primera vez soy persona en mi vida", enfatizó en tono emocionado luego de recordar que escapó de Cuba hace dos años.
La prensa de Estados Unidos se despide de un viejo adversario
La prensa estadunidense dedicaba esta madrugada enormes espacios de sus ediciones electrónicas al fallecimiento de Fidel Castro, un adversario con el que mantuvo medio siglo de enfrentamiento y quien salió de escena a los 90 años.
The New York Times destacó que se trató del "líder revolucionario que desafió" a EU. Castro "trajo la Guerra Fría al hemisferio occidental, atormentó a 11 presidentes estadunidenses y por instantes puso al mundo al borde de una guerra nuclear", añadió.
De acuerdo con el diario, Fidel "se tornó una figura internacional cuya importancia en el siglo XX superó largamente lo que podía esperarse del jefe de estado de una isla del Caribe con 11 millones habitantes".
El Washington Post apuntó que "aunque amado por una legión de seguidores, sus detractores vieron a Fidel Castro como un líder represivo que convirtió a su país en un gulag". Para Los Angeles Times, Fidel fue "un ícono revolucionario cuya influencia se sintió mucho más allá de Cuba".
El Miami Herald señaló que Fidel "condujo la isla durante casi cinco décadas" y fue "una figura de barba rala y uniforme de combate cuya larga sombra se extendió por América Latina y el mundo".
(AFP/Washington)