Al presentar su segundo informe de labores al frente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), Israel Reyes Medina lamentó que el Congreso local insista en querer quitarle la autonomía a la Universidad y ante los tiempos políticos que se avecinan, reconoció que “los jóvenes ya estamos cansados de los políticos; queremos nuevos liderazgos. El político se ha convertido en mentiroso, ha dañado la dignidad humana y se ha corrompido”, expuso.
Mencionó que el reto es consolidar más a la organización, porque los estudiantes son sujetos activos en la participación del estado y en la transformación de la Máxima Casa de Estudios.
Reconoció que se avecinan tiempos de cambio en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), por lo que se continuará con los trabajos para ser protagonistas de ese cambio.
Sobre la situación política que se vive en Cuernavaca, expuso que la FEUM se sumará siempre a las causas sociales, por lo que hizo un llamado al Legislativo, para que “dejen de ser comparsas de un Estado que no brinda garantías a los morelenses”.
Anunció que si es necesario, saldrán a las calles para defender la justicia y la razón, y si se llegara a cometer una injusticia a Cuauhtémoc Blanco, “nos solidarizamos con él”. Por lo que indicó que “no caeremos en los juegos de los políticos que hacen de todo por un voto y luego pierden la moral y la ética por satisfacer sus aspiraciones personales, olvidan el bien común y a la comunidad que confió en ellos”.
“Hoy el llamado es a la coherencia, a respetar la palabra y dar a la Universidad lo prometido; brindar a los jóvenes morelenses la garantía de que podrán ejercer siempre su derecho a la educación superior, a espacios educativos funcionales, dignos y durables”.
Por ello hizo la misma invitación a quienes buscan desde ahora un cargo de elección popular, “sean coherentes; no cambien en los hechos su discurso y no pierdan el camino ni el compromiso adquirido”.
Reyes Medina dijo que es tiempo que desde la FEUM se ejerza el liderazgo que el estado necesita y que la UAEM requiere, “para que dejen de vernos como sus comparsas y seamos considerados como lo que somos, personas que sabemos, que sentimos y que aspiramos a una mejor patria, a un mejor estado, a una trascendente Universidad”.
Lamentó no poder incluir a todos los representantes del Congreso Local, ya que una parte pretende quitarle la autonomía a la UAEM con un decreto, lo que convierte en mentira sus palabras de apoyo y de respeto al trabajo académico y de generación de conocimiento.
“Dicen que con la Universidad todo y contra ella nada, pero niegan el respaldo a nuestra institución para que reciba mejor presupuesto; piden respeto, pero al mismo tiempo realizan campañas de denostación y evaden su responsabilidad de financiar la educación y atender la demanda de más espacios en el nivel superior y mejores instalaciones para las preparatorias”.
“La comunidad estudiantil sufre por la inseguridad, la violencia y la insensibilidad de quienes deben asumir la responsabilidad de sus cargos. Hemos derramado sangre y lágrimas; la sangre que debió impulsar el corazón para concretar proyectos y las lágrimas que debieron ser de alegría por los éxitos se transformaron en sangre derramada por la violencia y lágrimas de dolor que nos siguen lacerando el alma”.
Ante ello, pidió guardar un minuto de silencio en memoria de todos los estudiantes víctimas de la violencia y de manera particular, por los compañeros de la Preparatoria de Tlaltizapán y de Jojutla.
Finalmente, apuntó que para muchos se avecinan tiempos de turbulencia, mientras que para los universitarios será el momento de la oportunidad, de proponer e impulsar no a personas, sino a proyectos de beneficio común con base en lo que están aprendiendo, con apoyo de sus profesores y el respaldo de toda la comunidad estudiantil.
Su discurso se llevó a cabo un Gimnasio Auditorio de la UAEM, que lució abarrotado por estudiantes de todo el estado, por políticos de diferentes partidos y los integrantes del Consejo Universitario, encabezados por su presidente, el rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, así como por los diputados federales Javier Bolaños y Matías Nazario, y demás miembros de la sociedad.