El presidente electo condiciona el acercamiento diplomático a mejoras “para el pueblo”. Cuatro colectivos de exiliados apoyan al magnate. Expertos, escépticos ante “concesiones” de Castro
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó ayer una advertencia a través de Twitter, en la que amenazó con romper el acercamiento diplomático de su país con Cuba, a no ser que el gobierno de Raúl Castro se preste a negociar cambios en su política interna.
“Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano, los cubano-estadunidenses y EU en su conjunto, pondré fin al acuerdo”, escribió el magnate en la red social.
De este modo, Trump continúa con la línea que marcó a partir del sábado, tras conocerse la muerte del histórico líder y dictador socialista Fidel Castro. Entonces, el republicano aseguró que su régimen fue “brutal”, y prometió trabajar para que el pueblo cubano pudiera “iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad”.
Además, ayer, uno de los portavoces del equipo de transición, Jason Miller, aseguró que, en la cuestión diplomática con la isla, las prioridades del presidente electo serán “la liberación de los presos políticos, el retorno de los fugitivos de la justicia estadunidense y también la libertad política y religiosa para todos los cubanos que viven bajo opresión”. Miller agregó que EU quiere un pacto “en el que no nos tomen por tontos”.
BARRERA. Sin embargo, estas intenciones del presidente electo se presentan complicadas. Por un lado, su plan de transición incluyó la pasada semana a Mauricio Claver-Carone, un férreo defensor del embargo a Cuba, como responsable del equipo para el Departamento del Tesoro.
Y por el otro lado, los expertos coinciden en considerar que el gobierno castrista se opondrá frontalmente a hacer concesiones en su política interna. “Los cubanos no van a hacer concesiones sobre su política nacional”, aseguró ayer William LeoGrande, experto en Cuba en la American University y autor de un libro sobre el proceso de deshielo. LeoGrande matizó que si lo que quiere Trump son cambios en la “relación bilateral”, es posible que Raúl Castro sea “más flexible”.
EXILIADOS. Ayer mismo cuatro grupos de cubanos exiliados en EU respaldaron abiertamente la amenaza de Trump. Por ejemplo, Jorge Más Santos, presidente de la influyente Fundación Nacional Cubano Americana, apostó porque EU “renegocie o tome medidas unilaterales” para “empoderar” al “empobrecido” pueblo cubano, si el régimen cubano “no responde a los “pasos” dados por el Gobierno estadunidense.
El director del colectivo Plantados, Ángel De Fana, por su parte, consideró “que el mensaje de Trump es positivo”, aunque matizó que los cambios en la isla los deben decidir los cubanos que viven bajo el régimen castrista.