La buena suerte y una corazonada le devolvieron su auto, valuado en unos 2 millones de pesos, a un hombre víctima de fraude. Fernando decidió vender un Aston Martin 2008 y pronto encontró comprador: Alejandro Jalil García. Pero este hombre, ahora se sabe, era uno de los defraudadores más perseguidos del país, con al menos 77 denuncias en su contra por alrededor de 150 millones de pesos. Jalil compró el auto, pero nunca le terminó de pagar a Fernando. Aunque tiempo después el defraudador fue detenido y encarcelado, el Aston Martin no apareció. Hasta que su propietario vio un anuncio en Internet. Se trataba de un lote de automóviles en Huxquilucan, Estado de México, donde ofrecían un coche similar al suyo; como era un modelo poco común, una corazonada le motivó a ir a verificar. En el lugar descubrió que el vehículo tenía las placas PYG-7871, las mismas que reportó a la PGJDF en su denuncia contra el defraudador. LEllo se supo porque la tarjeta de circulación es de Morelos, aunque en el sistema RAPI al ingresar las placas aparece que son del Estado de México.