Cuernavaca.— El alcalde Cuauhtémoc Blanco inició y concluyó su huelga de hambre con la bendición del obispo Ramón Castro, luego de permanecer dos días en el atrio de la catedral de Cuernavaca, en protesta por el juicio político que interpuso el Congreso de Morelos para destituirlo del cargo.
Su rostro ahora lucía tranquilo en comparación con la preocupación y enojo que reflejó la madrugada del viernes, cuando inició el ayuno, luego de que el Tribunal Superior de Justicia comenzó la revisión del expediente remitido por el Congreso de Morelos.
El cambio de su expresión relajada ocurrió cerca de las 9:00 horas, cuando fue informado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó una segunda suspensión contra el juicio político que se desarrolla en su contra, por lo que no puede ser destituido hasta que el órgano jurisdiccional resuelva esta solicitud de protección.
El sábado el Tribunal Superior de Justicia designó una Comisión Instructora para revisar si las causales que se imputan al edil sustentan la petición de separarlo del cargo.
El jueves por la noche la mayoría de los diputados votaron a favor de someter a juicio político al edil por incumplir con los requisitos de elegibilidad para ser presidente municipal y aceptar en donación obra pública sin el aviso y el consenso del cabildo capitalino, pero la Corte concedió una segunda suspensión, según se lee en un extracto del acuerdo dictado.
También se precisa que se tiene como demandados a los poderes Legislativo y Judicial de Morelos, pero no así a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia y al pleno del tribunal.
Desde la madrugada del sábado Blanco Bravo adelantó su confianza en sortear este nuevo juicio:“Si la libro de ésta, ojalá Dios quiera que el lunes o martes estemos fuera, como te he dicho... confío en las instituciones.
Cuarto intento. El edil aseguró que saldrá victorioso porque en dos ocasiones venció a los diputados locales y sus solicitudes de revocación de mandato y una suspensión definitiva.
Para ambos casos la Corte le obsequió una suspensión, en tanto que otra solicitud de revocación, presentada por regidores de Cuernavaca, fue desechada por los diputados, así que este juicio político es el cuarto intento del Congreso por destituirlo. El ayuntamiento informó que en la controversia se demanda la invalidez de normas y actos seguidos dentro del procedimiento del juicio político, que son considerados por el municipio promovente como inconstitucionales.
También precisó que el acuerdo sobre la suspensión otorgada al edil no ha sido formalmente notificada al municipio de Cuernavaca, por lo que se estará en espera de conocer el efecto preciso de la suspensión concedida. En el mitin para festejar el acuerdo de la Corte, Blanco Bravo depositó su confianza en las instituciones y aseguró que ganará la batalla final.
Además exigió la liberación de los edificios municipales tomados desde el fin de semana por elementos de la Policía del Mando Único, y reiteró que continuará en la defensa de sus derechos políticos y la de todos los ciudadanos de Cuernavaca que se han visto afectados en sus actividades. En el levantamiento de la huelga, Blanco Bravo fue acompañado por el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera, así como el activista Javier Sicilia y líderes de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, principales opositores a la política del gobernador Graco Ramírez.