Cd. de México (29 diciembre 2016).- La violencia tuvo un repunte en Morelos durante 2016, a pesar de la operación del Mando Único en la entidad.
Cifras oficiales indican que el homicidio doloso creció 24 por ciento en los primeros 11 meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2015.
El número de averiguaciones previas y carpetas de investigación iniciadas por la Fiscalía Estatal pasó de 445 entre enero y noviembre del año pasado, a 552 este año.
De acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el promedio mensual de homicidios dolosos saltó de 40 el año pasado a 50 este 2016.
La tasa por cada 100 mil habitantes en esa entidad se ubica en el sexto lugar a nivel nacional, con 28.41, detrás de Colima, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua y Baja California.
El 3 de enero de 2016, tras el asesinato de la Alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, el Gobernador Graco Ramírez impuso por decreto el Mando Único en 15 municipios.
Entre los ayuntamientos donde fue impuesto el modelo de operación policial está la capital, Cuernavaca, bajo la gestión de Cuauhtémoc Blanco y donde esta semana se reavivó la disputa por el control de la corporación municipal.
En los primeros 11 meses de 2016 ya se registraron más homicidios dolosos en Morelos que en todo 2015, que sumó 495 casos. También supera la cifra de 2014, cuando se registraron 416 asesinatos.
La entidad tiene presencia de grupos delictivos como Los Rojos, Guerreros Unidos y células de cárteles como los Beltrán Leyva, La Familia y Jalisco Nueva Generación.
Otro delito de alto impacto que repuntó este año en la entidad, en comparación con 2015, es el secuestro.
Entre enero y noviembre de 2016 la Fiscalía de Morelos reportó 37 casos; mientras que en el mismo lapso de 2015 fueron registrados 28, lo que representa un aumento del 32 por ciento.
Al igual que en los homicidios dolosos, el número de secuestros durante los primeros 11 meses de 2016 ya es superior a los denunciados en todo el año pasado, es decir, 32.
El secuestro en Morelos, que tuvo su pico más alto en 2013, cuando se denunciaron 150 casos ante la Fiscalía estatal, es atribuido principalmente a la banda de Los Rojos.
Dos de los líderes criminales más buscados por la Procuraduría General de la República (PGR) en Morelos son Santiago Mazari Hernández, "El Carrete", y Johnny Hurtado Olascoaga, "El Pez", líderes respectivamente de Los Rojos y La Familia.
Ambos están acusados de delitos contra la salud, delincuencia organizada y secuestro, y operan también en Guerrero, Estado de México y la Ciudad de México.
El Mando Único no le dio buenos dividendos a Cuernavaca en 2016 en cuanto a homicidios dolosos.
En los primeros 11 meses del año, ese delito aumentó 49 por ciento en el Municipio en comparación con el mismo periodo de 2015.
La cifra pasó de 61 asesinatos el año pasado a 91 este año, de acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En enero de 2016 el Gobierno de Morelos emitió un decreto para asumir el control de la Policía de la mayoría de los municipios de la entidad, entre ellos Cuernavaca.
Se impuso entonces el modelo de Mando Único Policial, con el cual estuvo en desacuerdo desde el principio el Alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco.
El lunes pasado, el ex futbolista dio por terminado el acuerdo de colaboración entre el Ayuntamiento y el Gobierno estatal para ceder el control operativo de la Policía Municipal. Al día siguiente se anunció que acudirá a la justicia federal para retomar el control de Policía.
Según los datos del SESNSP, de los 91 homicidios dolosos registrados en Cuernavaca los primeros 11 meses del año, 69 fueron cometidos con arma de fuego, es decir, 75 por ciento del total.
Del resto, la Fiscalía de Morelos reportó que cinco fueron con arma blanca y 17 fueron clasificados en el rubro de "otros".
El número de homicidios dolosos entre enero y noviembre de 2016, además, superó la cifra total de 2015, que fue de 69 casos.
Aunque el homicidio doloso aumentó en la capital de Morelos, otros ilícitos considerados de alto impacto, como la violación y los robos a negocios con violencia, disminuyeron en comparación con 2015.