http://www.jornada.unam.mx/2017/01/06/politica/003n1pol
‘‘Como Presidente, mi responsabilidad es tomar decisiones difíciles. ¿Qué hubieran hecho ustedes?’’
En un mensaje con motivo del Año Nuevo, el presidente Enrique Peña Nieto reivindicó otra vez la decisión de incrementar el precio de las gasolinas, pues mantenerlo de forma artificial implicaría para el país erogar 200 mil millones de pesos anuales. Ejercer esos recursos en preservar el costo anterior de los hidrocarburos –dijo– hubiera sido equivalente a cancelar programas sociales, detener la operación del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) en cirugías y consultas o suspender el Seguro Popular por tres años.
Tras insistir en desvincular el incremento en los hidrocarburos de las reformas energética y hacendaria, o de nuevos impuestos, subrayó que ‘‘el gobierno federal no recibirá ni un centavo más de impuestos por este incremento’’. Mantener el precio artificial de las gasolinas ‘‘nos hubiera obligado a recortar programas sociales, a subir impuestos o a incrementar la deuda del país, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la economía’’, por lo que se ajustó al precio internacional del combustible.
Llamado a la unidad nacional
Al dirigirse a la sociedad, Peña Nieto reconoció que 2017 será un año de retos para el país que se podrán sortear a través de la unidad nacional, aunque admitió que el movimiento en el precio de los hidrocarburos ha generado molestia entre los ciudadanos.
Señaló que su gobierno adoptó esta ‘‘difícil decisión’’ para no volver a políticas del pasado, cuando se optó por mantener artificialmente bajo el precio de los combustibles, lo cual fue una estrategia equiparable a dejar quemar dinero al regalar gasolina en detrimento de instrumentar otras políticas sociales de mayor beneficio para la sociedad.
El Presidente dio a conocer equivalentes de lo que representan los 200 mil millones de pesos que implicaría mantener los precios de la gasolina: ‘‘Paralizar cuatro meses todos los servicios del IMSS, desde consultas con el médico familiar hasta cirugías, guarderías o servicios de emergencia; interrumpir dos años completos los apoyos que entrega el Programa Prospera a casi 7 millones de familias; suspender tres años el Seguro Popular, el cual cuida la salud de más de 50 millones de mexicanos. Aquí les pregunto: ¿qué hubieran hecho ustedes?’’
El mandatario detalló que, desde hace años, México importa la mayor parte de la gasolina que se consume, lo que, vinculado al incremento en el precio del petróleo (60 por ciento), ha provocado un aumento que viene del exterior. Sin embargo, dijo, ‘‘60 millones de mexicanos, los de menores ingresos, sólo consumen 15 por ciento de la gasolina, mientras que 12 millones, 10 por ciento de la población de mayores ingresos, consumen 40 por ciento. En el pasado otros gobiernos decidieron mantener artificialmente bajo el precio de la gasolina para evitar costos políticos’’.
Peña dijo que de manera previa al alza en los combustibles, el gobierno federal asumió un recorte presupuestal de 192 mil millones de pesos, al tiempo que se eliminaron alrededor de 20 mil plazas laborales de la estructura de gobierno, con lo que se redujo el gasto en sueldos y prestaciones en un monto de 7 mil 700 millones de pesos.
Anunció que de manera adicional el gobierno pretende reducir el sueldo de los altos mandos de dependencias federales en 10 por ciento, si bien reconoció que todas estas medidas no anulan el peso que tiene adoptar el precio internacional de las gasolinas en México, pues es un cambio difícil. Sin embargo, dijo, como Presidente ‘‘mi responsabilidad es tomar decisiones difíciles en el presente para evitar afectaciones mayores en el futuro’’.
Insistió en que la decisión obedece a la necesidad de preservar la estabilidad de la economía nacional, pues, de no hacerlo, a corto plazo las amas de casa resentirían el alza en los precios de los productos, los jóvenes recién graduados no encontrarían empleo o a las parejas recién casadas no les alcanzaría para pagar las mensualidades de su casa obtenida mediante créditos, pues, aseguró, ese es el costo de la inestabilidad económica.
Trump: el otro desafío del 2017
En su mensaje, Peña Nieto también se refirió al nuevo gobierno en Estados Unidos que encabezará Donald Trump. Como lo hizo la víspera, destacó que México trabajará por impulsar una relación constructiva y preservar las relaciones económicas y culturales, pero anticipó que México sabrá defender el respeto y el reconocimiento internacional, pues cuenta con ‘‘su inquebrantable dignidad’’.
Convocó a enfrentar este reto mediante la unidad nacional, la cual se construye todos los días y le ha permitido en su historia mantener la independencia y soberanía. En ello estarán involucrados los valores profundos que tienen los mexicanos.