http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1003675.html
La ola de saqueos en el país fue respondida con grupos de autodefensa de comerciantes y pobladores en diversos puntos del país. En la Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Hidalgo —al menos, aunque hay reportes similares no confirmados de otros estados— las autodefensas, generalmente de comerciantes, pero en algunos casos involucrando a vecinos dispuestos a evitar desmanes, realizaron las primeras “aprehensiones civiles” se presentaron.
En el Cerro del Chiquihuite, en el Estado de México, los locatarios llamaron a la policía y los apoyaron en sus tareas de vigilancia empuñando palos y tubos.
En Veracruz e Hidalgo, los frustrados ladrones resultaron seriamente golpeados y fueron exhibidos públicamente.
Por ejemplo, en la Ciudad de México, en la Calzada México-Tacuba, epicentro de los enfrentamientos del miércoles entre policías y una veintena de jóvenes que quisieron aprovechar las protestas contra el gasolinazo, los dueños de negocios pequeños utilizan silbatos, mensajes de texto y hacen rondines para prevenir la llegada de nuevos ladrones.
En Puebla, las redes sociales —las mismas que fueron utilizadas por quienes llamaron a la violencia— sirvieron de herramienta para organizar las autodefensas mercantiles.
En el corazón del Puerto de Veracruz, en los mercados Hidalgo y Malibrán, los dueños de locales lograron detener a un par de jóvenes que preparaban robos. Los saqueadores, luego de dos días de impunidad, no previeron que los locatarios los esperaran con machete en mano y alertas que desencadenaban la cacería de los rijosos.
En Hidalgo, en el área de Tula, se presentó una “aprehensión civil” similar. También con golpes al frustrado saqueador. En el mismo estado, los pobladores del pueblo de Tasquillo fueron más radicales: cerraron completamente los accesos y avisaron que cualquier ladrón que quisiera aprovechar las protestas contra el gasolinazo, sería objeto de golpes antes de ser entregado a la autoridad.