Ante la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, se llevó a cabo la segunda mesa de trabajo de gobernadores fronterizos, en la que se acordó crear un Fondo de Fronteridad, así como defender el derecho de los inversionistas norteamericanos a permanecer en México.
El presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Graco Ramírez, en coordinación con los mandatarios de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón; Javier Corral, de Chihuahua, y Francisco Vega Lamadrid, de Baja California, acordaron también buscar encuentros con sus homólogos de la frontera sur de Norteamérica.
El mandatario morelense dijo que los mencionados gobernadores representan hoy la vanguardia en la defensa del proyecto nacional y de la convivencia civilizada y democrática que queremos en México con respecto a los Estados Unidos de América.
Explicó que el Fondo de Fronteridad tendrá reglas claras de operación y aplicación, a fin de solventar los costos inherentes a los migrantes en tránsito y repatriados, operación de albergues, infraestructura urbana y de vivienda.
En la declaración “Nuevo Laredo” rechazaron la presión y acciones directas contra inversionistas que han decidido instalarse o permanecer en México con medidas arancelarias violatorias de todos los acuerdos internacionales, por lo que exhortaron al Gobierno federal a defender proactivamente tanto a accionistas mexicanos como extranjeros.
De igual forma solicitaron la no reducción de los fondos de seguridad y el incremento al Fondo de Apoyo al Migrante para los estados de la frontera norte para los ejercicios 2017 y 2018.
Acordaron promover encuentros con gobernadores, congresistas, senadores, alcaldes y autoridades locales del sur de Estados Unidos para elaborar una agenda que atienda los asuntos comunes.
Se acordó realizar una tercera mesa de trabajo denominada “Análisis de la situación migratoria actual en la frontera norte del país”, en Monterrey, Nuevo León, en fecha por definir.
Graco Ramírez afirmó que construir un muro en la frontera entre México y Estados Unidos puede ser el capítulo más negro en la historia de la relación bilateral, ya que cuidar los intereses de cada país no debe implicar poner en riesgo la vida, seguridad e integración familiar de millones de mexicanos.
Consideró que cambiar negativamente la relación fronteriza entre ambas naciones con deportaciones masivas y un muro sería un golpe letal para ambas economías, por lo que pidió privilegiar los lazos históricos de hermandad entre ambos pueblos, de ahí que la Conago debe actuar de inmediato y no fallar a los mexicanos.