Entre las opciones que la Administración de Donald Trump baraja para forzar a México a pagar por el muro fronterizo destaca una poco convencional: los cárteles del narcotráfico.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, incluyó esta posibilidad tras ser cuestionado por la financiación del proyecto en entrevista con la cadena CBS.
"Puede ser a través de un impuesto sobre los bienes que vienen a través de la frontera. Puede ser a través de una reforma fiscal y una fórmula de impuestos sobre importaciones y exportaciones, y créditos.
"Podría ser sobre los cárteles de las drogas. Y podría ser sobre las personas que vienen ilegalmente y pagan multas", enlistó Priebus.
"Podría ser todo lo anterior. Existe un bufet de opciones que tenemos para pagar este muro. Necesitamos pagar el muro. Construiremos el muro. Y se va a hacer".
El jefe de gabinete no dio ninguna explicación sobre cómo los cárteles podrían contribuir al pago de la construcción fronteriza.
En la misma entrevista, Priebus fue cuestionado sobre el veto a los refugiados y migrantes procedentes de siete países de Medio Oriente y el norte de África, el cual provocó ayer masivas protestas en EU y el caos institucional, mientras más de un centenar de personas permanecían varadas en aeropuertos de todo el país.
El republicano indicó que la medida no afectaba a aquellos que poseen permiso de residencia permanente (conocido como "green card").
Esto fue confirmado por el Secretario de Seguridad Interna, John Kelly, pese a que durante el fin de semana se produjeron detenciones en los aeropuertos de personas que tienen el documento.
A la confusión se sumaron las denuncias por parte de numerosos abogados migratorios, quienes afirmaron que las autoridades no les permitían comunicarse con los migrantes y solicitantes de asilo varados en los aeropuertos.
Pese a las manifestaciones que se produjeron ayer en decenas de ciudades estadounidenses y las críticas internacionales, además de las de varios senadores de su propio partido, Trump emitió ayer un comunicado defendiendo su orden ejecutiva, la más polémica de su reciente mandato.