A nombre de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Graco Ramírez manifestó su respaldo al presidente Enrique Peña Nieto como jefe de Estado ante los ataques de su homólogo norteamericano Donald Trump.
“Presidente Enrique Peña Nieto: no dude de que estamos unidos y que usted encabeza al país, como jefe de Estado, para dejar claro y que se escuche lejos: a México y a los mexicanos se les respeta”.
Durante su discurso en la ceremonia conmemorativa del Centésimo Aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, propuso ir adelante para refundar una nueva República democrática, para unirnos más en torno a nuestras propias fortalezas.
En el Teatro de la República, Graco Ramírez consideró que estamos en un desafío histórico, que exige la mayor unidad. “Nuestra historia, para constituirnos como Nación ha estado ligada y está fincada en la relación y vecindad con los estadounidenses; no obstante, ahora son tiempos donde el valor de la dignidad y el legado de los que fundaron la Nación, son imprescindibles”.
Ante el presidente Enrique Peña Nieto, titulares de los poderes Legislativo y Judicial, así como gobernadores y secretarios de Estado, el mandatario morelense afirmó que se ha agotado el actual régimen político, y hay quienes quisieran capitalizar el legítimo descontento con una clara tentación regresiva y autoritaria.
Para ilustrarlo, dijo, basta ver el ejemplo de lo que ocurre en los Estados Unidos de Norteamérica. “En la última elección, la gente compró promesas que mediante argumentos mesiánicos, acaban convirtiendo las buenas intenciones en el camino al infierno”.
Graco Ramírez se dijo convencido que la mayoría de los mexicanos queremos transitar hacia adelante, construyendo las bases de un régimen que tenga mayores contrapesos y amplíe la participación de la gente y no salvadores de la Patria.
“Necesitamos el acuerdo de muchos para sacar adelante al país, para tener más y mejor democracia. Mayor rendición de cuentas. Fortaleciendo el estado de derecho que nos de garantía de convivencia en paz. Donde prevalezca la igualdad y corrijamos para tener mayor equidad social. Una sociedad de derechos”.
El titular de la Conago, aprovechó la ocasión para reconocer la legalidad de las Fuerzas Armadas las que dijo, siempre han sido leales a México.
El presidente Enrique Peña Nieto llamó a la unidad entre los mexicanos, a defender la soberanía, libertad y justicia, pero también la democracia y la igualdad, que son valores que le dan sustento a la unidad.
“No perdamos impulso buscando salidas falsas o soluciones simplistas, no hay caminos cortos, ni rutas fáciles, no se ganan las carreras sin esfuerzo y sin sudor”, expresó.
Por considerarlo de interés para nuestros lectores, se transcribe a continuación el mensaje del presidente de la Conago, Graco Ramírez:
CENTENARIO DE LA CONSTITUCIÓN DE 2017
Enrique Peña Nieto, presidente de la República.
Ministro Luis María Aguilar Morales, magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia.
Senador Pablo Escudero Morales, presidente de la mesa directiva del Senado de la República.
Edmundo Javier Bolaños Aguilar, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.
Francisco Domínguez Servín, gobernador del estado de Querétaro.
Amigas y amigos:
Quiero reconocer y agradecer a nombre de mis compañeros, la gobernadora, gobernadores y jefe de Gobierno, este espacio para ser partícipes de esta histórica conmemoración.
La Constitución de 1917 es la expresión de la guerra civil reconocida como la revolución mexicana. Es la síntesis de diversos planes revolucionarios, la Convención de Aguascalientes y la modernización de la Constitución liberal de 1857.
Al Constituyente de 1917 le antecede el golpe militar de Huerta en contra del Presidente Madero y el vicepresidente Pino Suarez. Es el establecimiento de un nuevo orden legal que incorpora el voto universal, los derechos sociales, mantiene el estado laico, la propiedad nacional, la no reelección y funda el régimen presidencialista.
Durante diez años existieron pugnas de facciones y es hasta el arreglo de 1929 que comienza una plena vida institucional.
Es reconocible que durante 90 años ha imperado la legalidad, ya que ininterrumpidamente se han celebrado 17 procesos para elegir Presidente de la República y las que corresponden al Congreso de la Unión.
Y aquí es también reconocible y de destacar el apego a la legalidad de nuestras fuerzas armadas, siempre leales a México.
La legitimidad se fincaba en que gobernaban quienes ganaron la Revolución.
El régimen presidencial, siendo legal, adquirió facultades metaconstitucionales: el jefe de las instituciones y del Partido hegemónico.
La exigencia democrática dio paso a nuevas reglas para la competencia política. Se erigió un árbitro electoral en manos de los ciudadanos y tribunales para dirimir derechos políticos.
Se constituye un régimen de partidos y se da paso en el 2000 a la alternancia en la cúspide de la representación del Estado, la Presidencia de la República.
La alternancia da paso a un nuevo reparto de responsabilidades. Algunos gobiernos locales caen en la tentación de la feudalización, que concluye con lamentables actos de abuso de poder y corrupción.
Se observa también que, para gobernar, son cada vez más necesarios los consensos. Ello explica el surgimiento de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Este acto conmemorativo es en verdad un acto republicano, que expresa la diversidad y pluralidad políticas. No es más la parafernalia de antes.
En este acto está un presidente de la República que, como nosotros, gobernadores, enfrentamos exigencias de una sociedad que reclama más cercanía, rendición de cuentas y transparencia.
Estamos ciertos que se ha agotado el actual régimen político; qué mejor ocasión para hablar de ello y señalar que es indispensable un nuevo arreglo democrático para reformar y actualizar el régimen político y para preservar lo mejor de lo que hemos logrado.
Ante esta circunstancia y en esta coyuntura es indispensable reconocer que hay quienes quisieran capitalizar el legítimo descontento con una clara tentación regresiva y autoritaria.
Para ilustrarlo, basta ver el ejemplo de lo que ocurre en los Estados Unidos. En la última elección, la gente compró promesas que mediante argumentos mesiánicos, acaban convirtiendo las buenas intenciones en el camino al infierno. Aprendamos las lecciones de la historia.
Estoy convencido que la mayoría queremos transitar hacia adelante, construyendo las bases de un régimen que tenga mayores contrapesos y amplíe la participación de la gente. No ocupamos salvadores de la Patria.
Necesitamos el acuerdo de muchos para sacar adelante al país, para tener más y mejor democracia. Mayor rendición de cuentas. Fortaleciendo el estado de derecho que nos da garantía de convivencia en paz. Donde prevalezca la igualdad y corrijamos para tener mayor equidad social. Una sociedad de derechos.
Estamos en un momento de desafío histórico que nos exige la mayor unidad. La historia juzgará la conducta de todos y cada uno de nosotros.
Nuestra historia, para constituirnos como Nación ha estado ligada y está fincada en la relación y vecindad con los estadounidenses.
Hoy es un tiempo, como antes fue, en que el valor de la dignidad y el legado de los que fundaron la Nación nos son imprescindibles.
Presidente Enrique Peña Nieto: no dude de que estamos unidos y que usted encabeza al País, como Jefe de Estado. Para dejar claro y que se escuche lejos: a México y a los mexicanos se le respeta.
Vayamos adelante para refundar una nueva República democrática. Para unirnos más en torno a nuestras propias fortalezas. A construir entre muchos y en la mayor pluralidad.
De lo más profundo de nuestro ser, recuperemos el espíritu de los ilustres patriotas mexicanos que debatieron la Constitución de 1917. Que honremos su legado para estar ahora a la altura de ese México que queremos aquí y ahora. Está en nosotros hacerlo posible.