La cifra es abrumadora: sólo tres milésimas partes del combustible robado a Petróleos Mexicanos (Pemex) es recuperado. El resto, sin ubicar, debe estar alimentando los canales de uso o comercialización ilegal de la gasolina y el diésel.
El monto monetario de lo robado es también abrumador: 97.1 mil millones de pesos.
La Policía Federal (PF) lleva un seguimiento de lo que recupera y sus registros dan cuenta de que estos hurtos están dejando huella en prácticamente todos los estados del país (en municipios específicos) y que el fenómeno tendió a crecer durante los últimos años.
Estos mismos reportes indican que entre 2012 y 2016 un total de 16.3 millones de litros de diésel y gasolina fueron recuperados por las fuerzas policiales, pero la cantidad hurtada a Pemex, de acuerdo con las evaluaciones de daños de consultores privados y la propia empresa difundidos recientemente, calculan que en ese mismo periodo lo robado ascendió a 5.5 mil millones de litros.
Para registrar la recuperación de gasolinas, la Policía Federal recurre a una atribución que otras fuerzas, las militares, por ejemplo, pueden tener menos a la mano: En los casos en los que se detecta, los federales revisan que exista la documentación que dé respaldo legal al almacenamiento o transporte de combustible. Así, los federales pueden asegurar (retener y entregar al MP) la gasolina y el diésel que no fue legalmente adquirido.
Las cifras hablan de un problema en crecimiento: El volumen de aseguramientos se duplicó entre 2012 y 2016.
Para dimensionar el problema, debe señalarse que la cifra anual de litros robados a Pemex equivale a la producción de todas las plantas de refinamiento de la empresa trabajando, a máxima capacidad, durante más de un mes en forma ininterrumpida.
Pemex, como puede constatarse en diferentes solicitudes de acceso a la información de los últimos dos años (analizadas por Crónica para este trabajo), está en capacidad de estimar el daño causado por las tomas clandestinas u otro tipo de robos, lo que se calcula principalmente en términos monetarios.
El personal de Pemex registra como “producto asegurado” lo proveniente de tomas clandestinas que han sido descubiertas; la empresa está a ciegas en cuanto a la gasolina y el diésel robado que se está transportando, almacenando y vendiendo en el país.
CENTROS DE ORDEÑA. Según los reportes públicos (Pemex emite una buena cantidad de los mismos anualmente), hay estados que presentan constantes hallazgos de tomas clandestinas. En Guanajuato, por ejemplo, se han detectado al menos 968, mientras que en Tamaulipas son 926 y en Puebla 826.
Guanajuato puede resultar significativo. Los datos de la PF muestran que desde esta entidad (ver mapa) se dibuja claramente una radial de carreteras sobre la que los federales están encontrando combustible robado: De Guanajuato a San Luis Potosí; de Guanajuato a Aguascalientes (en esta última entidad estos hallazgos no existieron antes de 2015); Guanajuato a Morelia; Guanajuato a Guadalajara, y Guanajuato a Querétaro.
Otro eje carretero que inicia en la Ciudad de México y que se dirige hacia el puerto de Veracruz, en el que se enclava Puebla, también muestra este comportamiento constante en cuanto a la aparición de gasolina y diésel robado.
De enero de 2007 a julio de 2016, la Procuraduría General de la República (PGR) ha presentado 17 mil 700 denuncias por el hallazgo de tomas clandestinas utilizadas por los llamados huachicoleros, para el robo de combustible.
En el caso específico de Puebla, el tema fue motivo de atención para del analista Alejandro Hope, quien lo analizó en el primer número de Nexos de 2017. Después de describir un escenario con asesinato o amenazas a Ministerios Públicos y alcaldes, enfrentamientos de grupos delincuenciales con la Gendarmería y atentados en un campo de beisbol, Hope hace una pregunta retórica: “¿(Se trata de) Michoacán? ¿Tamaulipas? No todo lo anterior sucedió en los últimos seis meses en Puebla. En una región conocida como el Triángulo Rojo, al oriente de la capital del estado (...…) ¿Y qué hay allí que genere violencia? ¿Narcotráfico? No, ductos de Pemex, ordeñados masivamente”.
En Puebla existen actualmente mil 881 carpetas de investigación por delitos de robo u ordeña de combustible.
El reporte más reciente de la Unidad de Estadística Jurídica, Control de Procesos y Proyectos de la Dirección Jurídica de Pemex, refiere que 14 mil 938 de las denuncias presentadas, fueron iniciadas en la presente administración, lo que representa el 84 por ciento del total de las averiguaciones.
La paraestatal ha detectado tomas clandestinas distribuidas en 148 municipios de 27 estados del país. Los estados con más carpetas de investigación iniciadas por este delito (por una o más tomas clandestinas en cada caso), son: Tamaulipas (2 mil 444); Veracruz (dos mil 89); Estado de México (mil 356); Jalisco (mil 56) y Nuevo León (853).
Y los municipios donde más se presenta esta actividad ilícita son: Puebla, Puebla (mil 726); Tampico, Tamaulipas (mil 272); Irapuato, Guanajuato (898); Culiacán, Sinaloa (877); Reynosa, Tamaulipas (852); y Texcoco, Estado de México (817).