San Diego, Estados Unidos (10 febrero 2017).-
Si el crimen organizado construye túneles en la frontera entre México y Estados Unidos, es por la efectividad del muro fronterizo y los agentes que lo resguardan, señaló hoy el secretario de Seguridad Nacional de EU. (DHS), John Kelly, durante su recorrido por la garita de San Ysidro en California.
La visita del funcionario federal coincidió con el hallazgo de un túnel en construcción en la vecina ciudad mexicana de Tijuana, por lo que ante las preguntas de los periodistas, dijo que las organizaciones criminales se ven obligadas a recurrir a estas prácticas para el trasiego de droga debido a la alta seguridad en la frontera.
"El hecho de que tengan que hacer un túnel, habla de la efectividad no sólo del muro (fronterizo), una barrera física que ya existe en San Diego, sino de los hombres y mujeres detrás de ese muro, que patrullan", indicó Kelly en rueda de prensa celebrada tras su reunión con autoridades locales, estatales y federales en San Diego.
El secretario visitó la frontera de California como parte de un recorrido por toda la zona limítrofe con México que inició la semana pasada en Texas y posteriormente ayer en Arizona.
Kelly reiteró que la intención de su recorrido es dialogar con las agencias de ley con el fin de saber qué recursos necesitan para hacer mejor su trabajo de resguardo.
A la vez, reconoció la buena relación que existe entre las agencias fronterizas y sus homólogos en México y dijo que seguirá fortaleciendo la relación que ya es buena con autoridades mexicanas e inclusive, más allá en Centroamérica.
Sobre las inspecciones rutinarias realizadas por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en el sur de California, que derivaron en el arresto de 160 indocumentados, el funcionario dijo que él personalmente estuvo en un par de operativos esta mañana, en donde fue testigo del profesionalismo de sus oficiales.
A su vez, reiteró lo dicho en su audiencia de confirmación, en torno a que tanto ICE como el resto de las agencias que conforman el DHS están obligados a hacer cumplir las leyes.
"Si hay leyes en los libros que sean malas leyes, entonces deben cambiarse, pero gente como yo, CBP, ICE o las corporaciones policiacas locales no tenemos otra opción más que ejecutar las leyes. No podemos ignorar las leyes", aseveró.
Horas antes a la visita de Kelly a la garita, organizaciones defensoras de derechos de inmigrantes de San Diego manifestaron su inconformidad, ya que, según ellos, no se pudo lograr un acercamiento con el secretario durante su estancia en la región.
Enrique Morones, director de Ángeles de la Frontera, señaló que solicitaron una reunión con el funcionario federal pero no obtuvieron respuesta.
"Deben de encontrarse con nosotros, con las diferentes organizaciones, para que sepan la realidad de la frontera y oigan algo del otro lado de la moneda, no sólo lo negativo", consideró el activista.
"Son pocos los que cruzan que tienen malas intenciones, la gran mayoría que está cruzando sin papeles son personas buscando trabajo o quieren estar con su familia, no son criminales", agregó.
Andrea Guerrero, activista de la Coalición de Comunidades Fronterizas, recalcó a su vez que es importante el diálogo con el secretario ya que el tema del resguardo fronterizo es algo que impacta la vida diaria de quienes habitan en esta región.
"Nuestras comunidades están dentro de las más seguras (zonas) del país y son un motor clave en el desarrollo económico. En lugar de militarizar nuestras comunidades y construir muros que nos dividen, deberíamos invertir y revitalizarlas".
Kelly dijo a los legisladores que le gustaría ver que la construcción del muro tuviera un avance importante en menos de dos años, pero está abierto a la posibilidad de que no se extienda a zonas en las que existen barreras físicas naturales.
Actualmente hay mil 125 kilómetros de frontera delimitadas por cercas.
Kelly recorrió uno de los tramos más protegidos de la frontera que separa a San Diego de Tijuana y visitó la garita de San Ysidro, uno de los cruces peatonales y de carga más transitados entre México y EU.
San Diego y Tijuana están separadas por una doble barda y la mayor parte tiene alambre de púas.
A menudo San Diego es citada como un ejemplo de cómo los muros pueden frenar los cruces ilegales, pero los críticos afirman que las estructuras sólo obligan a las personas a trasladarse a zonas más peligrosas en donde muchos han muerto por el intenso calor del desierto.
El jueves, Kelly recorrió el sur de Arizona, el lugar por donde hubo más cruces ilegales entre 1998 y 2013.
El sur de Texas es la ruta de un gran número de familias y niños centroamericanos para ingresar a Estados Unidos.