Cd. de México (17 febrero 2017).- La deuda pública de Chiapas es una grosería, señala Pablo Salazar Mendiguchía.
En entrevista, el ex Gobernador sostiene que su Administración concluyó sin pasivos, mientras que la de sucesor, Juan Sabines, contrajo una deuda de 45 mil millones de pesos, recursos de los que, denuncia, se desconoce su paradero.
"Nosotros acabamos con cero deuda, y es inadmisible que el Gobierno que nos sucede haya contraído 45 mil millones de deuda. La mitad de esa deuda es directa a bancos y de intereses de esa deuda habremos pagado al final de esta Administración 7 mil millones de pesos, es una brutalidad", reprocha.
"Hablan de deudas de Veracruz, Chihuahua, pero deuda de nuestro Estado es escandalosa, tan es así que se pagan 4 millones de pesos diarios por intereses, es algo grosero", expuso el ex Mandatario.
Electo en 2000 por una amplia coalición que incluyó al PAN y al PRD, Salazar fue detenido y procesado en 2011, acusado de peculado y otros delitos, y exonerado y liberado en 2012.
Esta semana anunció su retorno a la política.
- ¿Por qué regresar a la política?
A mi edad creo que todavía algo puedo aportar, y si lo que puedo aportar en mi pequeño mundo que es Chiapas es esperanza, pues adelante.
-¿Cómo ve a Chiapas?
Hay desaliento, desconfianza, incredulidad, desesperanza. Soy un terco convencido de que cualquier realidad por dolorosa que sea es modificable. No estoy diciendo que quiero ser candidato a algo, abanderar a un candidato o a un partido, yo quiero organizar a un gran movimiento social que despierte conciencias, una revolución de la esperanza.
- ¿Con qué apoyos, con qué gente?
Tengo la fortuna de que lo que propongo no lo leí en ningún manual de política, yo lo viví exactamente hace 16 años, yo inicié el movimiento de la esperanza en 1999, y fue un movimiento limpio y lo caracterizó la participación social, no teníamos dinero, partido, no teníamos padrino ni nada. La gente nos creyó y así logramos una gran fuerza social, así es como los partidos se sintieron seducidos, se logró una gran alianza de ocho partidos. Si ya lo hicimos lo podemos hacer otra vez.
- ¿Habla de la esperanza a la que se refiere Andrés Manuel López Obrador?
Somos el movimiento de la esperanza, de los que tienen esperanza, tenemos más antigüedad que ese movimiento y no estamos en contra ni a favor de Andrés Manuel, no le estamos haciendo el trabajo a Andrés Manuel.
- ¿Un trabajo independiente?
No necesariamente. Hoy se pude hacer una gran movilización social que desemboque en un partido o que no, hoy tenemos alternativas nuevas, muchos dicen que en Chiapas, con poca población urbana, con bajos índices educativos, no podría darse un movimiento independiente. Sin embargo, a pesar de esos grandes rezagos, tenemos en las comunidades a ciudadanos con altos índices de ideologización, es gente muy despierta.
- Se le trató mal en el sexenio de Sabines ¿Regresa por sus fueros?
Pablo no viene por venganza, no me alimenta ninguna sed ni apetito de venganza, regreso porque quiero ofrecerle al pueblo esperanza, porque el desaliento nos lleva a dos extremos: uno a la radicalización violenta de los que creen que sólo de ese modo entiende la autoridad, y lo otro es la parálisis de aquellos que dicen 'para qué participo si nada va a cambiar'.
- ¿En qué trinchera va a lograrlo?
No tengo agenda electoral, lo digo aunque sé que muchos no lo van a creer, tengo un liderazgo social en Chiapas y quiero poner ese liderazgo al servicio de la gente, eso estoy haciendo.