La noche del jueves 16 de febrero falleció por causas naturales el muralista José Silverio Saiz Zorrilla, quien destacara por ser el creador del mural más grande del mundo, el cual cobijaba los puestos del mercado “Adolfo López Mateos” de Cuernavaca, dándole una identidad cultural única para que fuera apreciada en todo el mundo, ese era su gran sueño.
Desde 1984 Silverio trabajó en la elaboración del mural en el techado de la nave principal de la central de abasto más grande la capital morelense.
Tardó alrededor de 21 años en terminar su trabajo, que a veces realizó con mayor prontitud y otras más de manera lenta, ya que no contaba con los recursos necesarios. Por tal motivo decidió llevar a cabo una serie de actividades para recabar dinero, como el vender cuadros o el “Kilómetro del peso”, que consistió en juntar monedas y billetes y acomodarlos uno a uno en trazos caprichosos sobre la Plaza de Armas de Cuernavaca.
Sin embargo, en el 2002 un incendio acabó brutalmente con gran parte de la obra. Más tarde, otro siniestro ocurrido en el año 2010 terminó con el sueño del maestro “Silver” como lo llamaban muchos de los comerciantes, quien con sus propias palabras aseguró que “con la segunda quemazón del mercado, el mural se convirtió en una enorme mancha negra sobre los locales”.
El cineasta morelense Jorge Aarón Salgado Diez realizó el documental “Por encima de todo”, que aborda la vida y obra del maestro Silverio. A Salgado Diez desde pequeño le llamaba la atención el trabajo que realizaban cuando acudía al mercado, ya que vivía a unas cuadras del lugar. Años más tarde buscó a Silverio y lo convenció de plasmar su historia en este proyecto visual, mismo que fue galardonado en el Festival Pantalla de Cristal con los premios como Mejor Documental y Mejor Guión.
Su hija Ana Paula Saiz Fernández, recordará con gran cariño cada uno de los momentos que pasó junto a su padre y las gratas enseñanzas que quedarán por siempre en su mente y corazón.
“Mi papá fue una persona muy luchona y comprometida con lo que hacía, siempre pensaba en ayudar a los demás. Desde que tengo uso de razón su pasión era pintar, crecí en el mercado viendo su gran obra y los sacrificios, actividades y acciones que realizaba para lograr su mayor sueño: generar el mural más grande del mundo”.
“Lo recuerdo como un papá muy divertido, siempre pensaba en generar actividades con sus hijos; nos llevaba a la Plaza de Armas a andar en bicicleta o a jugar a la pelota; le ayudábamos a hacer las distintas actividades que organizaba para obtener fondos y así realizar su trabajo, como el kilómetro del peso”.
“Crecimos en el mercado, los fines de semana nos llevaba a mi hermano y a mí a comer los famosos tamales de ‘doña Naty’ o al café de Pepe. Puedo garantizar que fue una persona que todo lo hizo con pasión, emoción y su mayor preocupación era su familia y su trabajo”.
“En sus últimos momentos, mi papá, dijo que se continuara con el impulso a los jóvenes y que rescataran a aquellos que estuvieran en riesgo de convertirse en pandilleros o decaer en la sociedad, a ellos les deberían generar un oficio, como la pintura”.
¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes junto a él?
“El hombre araña, así le apodaban, y a mí en la escuela siempre me decían ‘oye tu papá es el hombre araña’ y yo no entendía por qué; después me explicó que para pintar su mural en el mercado, uno de los lugares más emblemáticos del estado de Morelos, tuvo que diseñar un sistema de red que es inaudito, porque a nadie se le había ocurrido; causaba muchas impresiones en las personas que visitaban el inmueble para ver la obra específicamente, entre los locatarios y quienes iban a comprar. Nunca me atreví a subir, sólo veía desde abajo cómo pintaba”.
“La gente del mercado siempre apoyó la gran obra de mi papá e impulsó a los jóvenes para que en lugar de estar de maleantes, se dedicaran a la pintura como un oficio; él les generaba la inquietud de que con ello podían plasmar sus sentimientos y tener una fuente de ingresos”.
“También creó la Asociación Civil Pintores Muralistas Mexicanos, donde se dedicó a convocar a artistas de toda la República Mexicana para conformar la asociación y realizar el mural más grande del mundo”.
“Mi hermano y yo no seguimos el camino del arte, yo soy abogada, pero tengo una hija de nueve años y ama pintar, mi papá le enseñó eso, él le regaló su kit de pintura y es algo con lo que se queda ella”.
“Quiero agradecer a todas las personas que nos acompañan y reconocen la labor que tuvo el maestro Silverio y como lo dice el documental que le hicieron, ‘Por encima de todo’, él siempre estuvo por encima de todo y ante todo, salió adelante a pesar de los incendios que sufrió el mercado y su gran obra; él siempre se mantuvo de pie y luchaba por lo que quería, se fue en paz y contento porque así me lo dijo, ‘hija yo me voy tranquilo porque hice todo lo que quise en esta vida’”, expresó.
Los comerciantes llegaron a apreciar al maestro Silverio e incluso hubo quienes formaron una gran amistad con él y su familia, tal es el caso del señor José Luis Martínez, quien fuera dueño del “Café de Pepe” hasta el año pasado.
“Lo conocí a través del mercado y las actividades que teníamos, nos frecuentábamos todos los días, desde las siete de la mañana y hasta la una de la tarde que él se iba; convivimos mucho y llegamos a ser grandes amigos. Mi cafetería era un centro de reunión para pasarla bien y que el día transcurriera de la mejor forma”.
“Estuve al tanto de su mural y tuve la fortuna de encontrarme presente cuando invitó al maestro Rufino Tamayo a ver su obra. Recuerdo que platicaba Silverio que él y Humberto López, quien era su ayudante, fueron a casa de Tamayo y que él los recibió muy amablemente y lo invitaron a conocer el mural del Mercado”.
“Dentro del lugar había gente que aceptaba el mural y otros más que no estaban acostumbrados y les era algo diferente; pero él hizo una campaña contra viento y marea y es algo que siempre se le va a alabar, que aún así, con personas que no comprendían, siguió luchando por su obra y finalmente la realizó, aunque no pudo terminarla como hubiera querido”.
“Cuando se ponía a trabajar era muy rígido, era todo un personaje que será recordado con mucho cariño y con una sonrisa, así lo recuerdo yo”, puntualizó.