Cd. de México (24 febrero 2017).- La frontera de México, tanto al norte como al sur, por los problemas que enfrenta, se ha convertido en una bomba de tiempo.
"Con la situación actual, evidentemente esto no se va a solucionar y es previsible que se agrave el desempleo en los estados de la frontera norte"
Las poblaciones limítrofes con Estados Unidos y Guatemala viven una presión creciente por la llegada de cientos de migrantes que están decidiendo quedarse en México y el arribo de decenas de deportados de la Unión Americana, así como por una violencia al alza y altos números de desocupación e informalidad.
En Baja California, un 30 por ciento de los casi 4 mil migrantes que buscaban asilo en Estados Unidos se ha quedado en ciudades como Mexicali y Tijuana con la esperanza de hallar un empleo y establecerse.
Dicho Estado cuenta con 37 mil personas desocupadas y más de 38 por ciento de Población Económicamente Activa en el sector informal.
Algo similar sucede en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde 39 mil 529 personas no tienen empleo y un 35 por ciento está en la informalidad. En su caso, los albergues para migrantes están al borde del colapso y sus directivos aseguran que no han recibido fondos de las autoridades locales, estatales ni federales.
Leticia Hernández, académica de El Colegio de la Frontera Norte, reconoció que el crecimiento de la economía en la frontera norte se ha desacelerado en los últimos años.
"El panorama podría ser particularmente dramático a futuro. Con la situación actual, evidentemente, esto no se va a solucionar, y es previsible que se agrave el desempleo en los estados de la frontera norte", consideró.
En ciudades de la frontera sur, como Tapachula, Chiapas, cientos de cubanos están varados, pues no se les otorgan salvoconductos que hace unos meses les permitían cruzar México sin ser molestados para llegar a Estados Unidos.
A esto se agregan los efectos causados por un "pacto antimaras" firmado en agosto por El Salvador, Honduras y Guatemala, que está orillando a decenas de jóvenes que conformaban estas pandillas a internarse en México.
Sólo en los últimos 10 días, más de 200 jóvenes identificados como "pandilleros" por las autoridades chiapanecas fueron detenidos en redadas en Tapachula.
En Tijuana y Ciudad Juárez, la violencia arrecia por los enfrentamientos entre organizaciones de la delincuencia organizada. Por ejemplo, en Chihuahua, las denuncias por homicidio doloso subieron 57 por ciento en enero con respecto al mismo mes de 2016.