El Comisionado de Seguridad Pública de Morelos, Alberto Capella, acusó a tres funcionarios de la Administración de Cuauhtémoc Blanco de contar con un pasado con presuntos vínculos criminales y al Alcalde de Cuernavaca de tener intereses perversos al pretender recupera el control de la Policía Municipal.
Los funcionarios implicados, dijo, son Sebastián García Ávila, coordinador administrativo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana; Alejandro Villarreal Gasca, tesorero municipal y, Guillermo Arroyo, secretario general del Ayuntamiento.
Estos funcionarios, dijo Capella, han operado para generar un caos administrativo en la Secretaría de Seguridad Ciudadana con la intención de boicotear las acciones del Mando Único y buscar desprestigiarlo.
"Su interés no es la seguridad de las familias de Cuernavaca, sino otro muy similar a los que en campaña y en su Gobierno usted ha criticado, llamándolos entre otras cosas, como intereses perversos", señaló.
En el caso de García Ávila, detalló Capella en un anuncio leído en las instalaciones del C-5, se ha negado a destituir a personal alineado a la estrategia del Mando Único y ha mantenido dentro de la corporación a policías que reprobaron los exámenes de control de confianza, entre ellos, 16 de quienes se sospecha pertenecen al crimen organizado.
Villarreal Gasca, añadió el mando policial, trabajó en las administraciones panistas de Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame, dentro de las cuales el Cártel de los Beltrán Leyva tejió una extensa red de corrupción, y sobre él pesa una denuncia de peculado por más de 3 mil millones de pesos.
En tanto que Arroyo, quien ocupa el puesto más importante en la Administración de Blanco, en el 2009 se ostentó como abogado de los hermanos Pineda Villa, operadores de los Beltrán Leyva y parientes políticos del ex Alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca.